El vergonzoso fallo de la jueza Buitrago que libero al asesino más peligroso de Río Grande

121

Se suele decir que los jueces se expresan a través de sus fallos, en tal sentido podríamos asegurar sin animo a equivocarnos que el fallo redactado por la jueza de Ejecución Natalia Buitrago representa en sí mismo una vergüenza para la justicia en general y para el derecho penal en lo particular, es ni más ni menos que una absurda reiteración de conceptos con el único fin de llenar una cantidad de páginas que finalmente intenten justificar aquello que todos sabemos a estas alturas que es injustificable.

Un fallo absolutamente carente de empatía por la víctima y por la familia de la victima, ya que la jueza redujo el derecho de opinión de las victimas solamente a un acto meramente administrativo y documental, nunca se preocupo por indagar más profundamente en el sentimiento y el pensamiento que las victimas le expresaron oportunamente. Para la jueza fue solamente un acto administrativo para llenar una pagina más de su escandaloso fallo.

En su vergonzoso fallo de forma intencional Buitrago omite la tipificación del delito cometido en el año 2018, cuando Quiroz es detenido luego de perpetrar un robo junto a otro ex convicto; por el contrario, Buitrago elige deliberadamente minimizar el hecho e interpone un eufemismo tipificando la acción como un incumplimiento de las reglas de conducta, cuando evidentemente el condenado haciendo uso de un beneficio de salidas transitorias vuelve a violar la ley, comete un delito y este hecho en particular para la jueza Buitrago resulta intranscendente.

Entre una multiplicidad de informes que se esgrimen como argumentos el Dr. Jorge Perez Artaso, quien se desempeña como Psiquiatra del Poder Judicial manifestó en su informe técnico que Quiroz presenta un trastorno de personalidad con rasgos psicopáticos.

La psicopatía es un síndrome que se manifiesta en forma de rasgos tales como crueldad hacia los demás, incapacidad para empatizar, incapacidad para arrepentirse sinceramente de dañar a otras personas, engaño, egocentrismo y superficialidad de las reacciones emocionales.

Artaso emite opinión sobre la estimación del riesgo, del cual no puede darse certeza, por no existir un método científico que lo mida; razón por la cual es informado como potencial riesgo.

Mas tarde la carga argumental de los jueces de casación penal Federico Martín Villella y Julián de Martino continúan la decadencia ya expresada por la jueza de Ejecución Natalia Buitrago.

Reducen su voto en casación a un simple punteo de requisitos que el condenado debería cumplir para ser acreedor al beneficio de la libertad condicional, los magistrados vergonzosamente aluden como argumento que en los anteriores pedidos del condenado no había expresado la culpabilidad del hecho y ahora si lo había expresado y con ello se cumple el último requisito necesario para otorgar el beneficio.

Los magistrados responsables de este verdadero papelón jurídico con gran impacto social, junto a técnicos psicólogos y psiquiatras de la unidad de detención N°1 manifestaron en sus informes que de la noche a la mañana el condenado Quiroz luego de negar su culpabilidad de forma sistemática por más de 20 años, milagrosamente en el lapso de 1 mes y 10 días logro hacerse responsable del hecho que se le imputo, por lo cual se lo condeno, lo que al pobre juicio de Buitrago es el único impedimento de rigor formal para que Quiroz pueda acceder al beneficio de la libertad condicional.

Parece absolutamente inverosímil que un asesino como Quiroz logre modificar su comportamiento de la noche a la mañana, un asesino brutal, quien sometió a Judith Muñoz Bustos a una brutal golpiza dejándola tendida en el suelo, luego se subió al auto y pasó por encima del cuerpo de Judith al menos unas diez veces, luego de esto los médicos forenses que practicaron la autopsia comprobaron que Judith paso largas horas agonizando hasta su muerte, sola en aquel descampado, un detalle final que conmocionó a la opinión pública en su momento.

Lo que aparece sistemáticamente a lo largo del fallo de la jueza Buitrago es una pobre interpretación que nunca valora con rigurosidad el cambio de comportamiento del condenado, quien debería sostener ese cambio a lo largo del tiempo para que realmente se pueda tener en consideración, además de no solo demostrar su arrepentimiento en torno al hecho, sino que también el respeto y apego a la ley, cuestión que no quedo debidamente comprobada y adicionalmente forma parte de una instancia también necesaria para evaluar el acceso al beneficio.

AUTORIDADES JUDICIALES LIBERAN A UN PELIGROSO ASESINO EN RIO GRANDE

Comentarios
Compartir