Hacía varios años que Argentina contaba con solo dos proyectos de litio. Desde los años 80, con la estadounidense Livent en el Salar del Hombre Muerto, en Catamarca. Y a partir de 2016, con el Salar de Olaroz de la australiana Allkem, en Jujuy. La llegada del tercer proyecto marca que China y Estados Unidos serán los grandes jugadores del litio en el país. Entre ambos proyectos, la producción ascendía a 37.500 toneladas anuales, pero ambas minas se encuentran en expansión. Además, las dos compañías iniciaron un proceso de fusión global y así conformarán la tercera empresa productora más grande del mundo. Mientras el ministro de Economía, Sergio Massa, mantendrá reuniones en China con gigantes mineros, su equipo busca cerrar un acuerdo comercial para exportar litio a Estados Unidos.
Pese a contar con la segunda mayor cantidad de recursos del mundo, Argentina es recién el cuarto proveedor global de litio, después de Australia, Chile y China. Sin embargo, hay 6 proyectos en construcción, por lo que el Ministerio de Economía estima que el país podría transformarse en el segundo mayor productor del mundo para antes del fin de la década, al alcanzar las 200.000 toneladas anuales para 2025, con exportaciones superiores a u$s5000 millones.
El reclamo de Cristina Kirchner
En este contexto es que la vicepresidente, Cristina Kirchner, pidió en su discurso del 25 de mayo en Plaza de Mayo una “mirada estratégica” a todas las fuerzas políticas para el litio. “No digo que los autos eléctricos los hagan acá, pero al menos, hermano, una parte de la batería o la batería entera hacela acá si te la estás llevando toda”, afirmó.
Actualmente, los proyectos para el agregado de valor son iniciativas científicas como la planta de baterías de YTEC en La Plata, en el marco de un proyecto con la Universidad de La Plata, y la petrolera YPF, que realiza exploraciones con YPF Litio en Catamarca. Hay dos proyectos de ley que elaboran Economía, la Casa Rosada y los gobernadores del norte que busca industrializar el litio a través de un sistema de cupos y precios preferenciales para el mercado interno, en conjunto con variación de impuestos según el agregado de valor. También un nuevo proyecto de ley de electromovilidad. Pero ninguno de los dos llegó al Congreso y menos se espera que se aprueben en un año electoral.
Además, Cristina Kirchner se mostró muy crítica con el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales. Sin mencionarlo, cuestionó que haya dicho que, por las nuevas legislaciones de Bolivia y Chile, las inversiones vienen a Argentina. “Pero qué vocación de Colonia, hermano”, afirmó en Plaza de Mayo. Sus palabras cayeron mal entre los gobernadores. Es que esa frase de Morales fue pronunciada la semana pasada en la feria Arminera, en La Rural, y en el mismo escenario fue aplaudido por los gobernadores Gustavo Sáez (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca), quienes comparten la idea. En el fondo, el debate es si hay o no qué tener una estrategia de intervención, según comentaron distintas fuentes oficiales: con la nacionalización del litio, Bolivia dejó de producir, siendo el país con mayor cantidad de recursos del mundo. Mientras que Argentina, sin ningún cambio de normativa, acumula u$s5000 millones en inversiones para este mineral.
También, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, posible precandidato a presidente del kirchnerismo, aseguró en una entrevista que está a favor de la “nacionalización” del litio, un concepto que rechazan los gobernadores, por asegurar que los minerales son de las provincias, producto del cambio de la constitución de los años noventa.