Durante el fin de semana se celebró el 75 aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores en Corea del Norte, tal es así que el pasado sábado 10/10, el líder norcoreano, Kim Jong Un decidió volver a mostrarse fuerte frente a Estados Unidos y el mundo con un despliegue de armas y misiles en un desfile. Sin embargo también hubo lugar para las lágrimas, algo extraño para la figura de Kim.
“Nuestra gente ha depositado su confianza en mí, tan alto como el cielo y tan profundo como el mar, pero no siempre he podido cumplirla satisfactoriamente”, dijo Kim para después sacarse los anteojos y limpiarse unas lágrimas. El mismo se refirió a la pandemia del coronavirus y el hecho de que el país fue uno de los que más casos registró en un primer momento del virus.
“Mis esfuerzos y sinceridad no han sido suficientes para librar a nuestra gente de las dificultades en sus vidas ”, continuó Kim tras nombrar en su discurso a su abuelo y su padre: Kim Il-sung y Kim Jong-il respectivamente. Si bien esta fue la sorpresa de la jornada, no fue el foco principal ya que minutos antes de su emoción había presentado un nuevo misil balístico intercontinental. Algo que por supuesto excede los acuerdos con Estados Unidos.
En 2018 Kim había asegurado que su programa de misíles estaba completo, sin embargo parece no ser así ya que el líder norcoreano está volviendo a apostar por avances en armas nucleares. Esto por supuesto llega como una estrategia de cara a presionar a los Estados Unidos de Donald Trump para volver a iniciar las negociaciones que quedaron en la nada hace ya 1 año.
“Ya hay una voz cada vez mayor de que es imposible persuadir a Corea del Norte de que renuncie a sus armas nucleares, por lo que deberíamos tratar de contenerlas”, explicó a The Wall Street Journal, Wi Sung-lac, un ex enviado nuclear para Corea del Sur. Aunque al mismo tiempo desde el gobierno de Kim no realizaron ninguna prueba concreta con misiles intercontinentales en los últimos 3 años.
De acuerdo a lo que explicaron desde centros de investigación en Corea del Norte, el nuevo misil balístico intercontinental es un sucesor del Hwasong-15, el mismo que demostró tener un alcance para atacar Estados Unidos desde Corea del Norte. “Este es más largo y grueso, y posiblemente podría transportar más del triple de la carga útil”, aseguran desde The Wall Street Journal citando un estudio de 38 North, un sitio web centrado en Corea del Norte.
