Científicos mexicanos, particularmente mexiquenses, trabajan en la región matlatzinca del Estado de México, en donde descubrieron dos nuevas especies de luciérnagas, una de ellas tiene una característica muy especial, pues no brilla.
Para conocer un poco más acerca de estas revelaciones, Arturo López Mérida, fundador del Grupo de Comunicación Social de la Ciencia Nanosapiens y uno de los científicos de este grupo, explicó que el proyecto surgió en coordinación con distintas instituciones, entre ellas, el Laboratorio Zaragoza de la Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), contemplando tareas en campo, para la identificación de estas especies, así como el trabajo científico.
En este grupo multidisciplinario, añadió, también participaron Karla Diana Guerrero Carrillo, Ishwari Gutiérrez Carranza, Santiago Zaragoza Caballero, entre otros investigadores.
Los trabajos de investigación, puntualizó, se realizaron en la comunidad matlatzinca de San Francisco Oxtotilpan, en el municipio de Temascaltepec, integrando un proyecto multidisciplinario y sumando el conocimiento ancestral de la localidad.
Este proyecto consistió en identificar las especies de luciérnagas que hay en la comunidad para promover su conservación y el cuidado de su hábitat, sumando a investigadores del Laboratorio Zaragoza de la Colección Nacional de Insectos del Instituto de Biología de la UNAM, del Grupo de Comunicación Social de la Ciencia Nanosapiens y de la localidad.
Detalló que esta comunidad es sumamente importante, ya que es considerada la última de este pueblo originario de la entidad, de ahí la relevancia de conocer un poco más sobre su flora y fauna.
Photinus totiwi
A la primera de las especies descubiertas se le nombró Photinus totiwi, que significa luciérnaga, y su etimología es “pequeña luz o lucecita” y se trata de una luciérnaga matlatzinca, que solamente se encuentra en dicha comunidad, es decir, es una especie endémica.
En este trabajo de investigación se contó con los conocimientos tradicionales de los habitantes de la comunidad de San Francisco Oxtotilpan, los encargados de llevar a los científicos a las zonas de avistamiento, para garantizar que se respetara su hábitat, ya que de acuerdo con relatos de la propia comunidad, sus antepasados tenían la creencia de que las luciérnagas eran sagradas.
Photinus ximutiwi
El investigador explicó que las luciérnagas que tradicionalmente conocemos son del tipo bioluminiscente, que salen en las noches de verano a hacer su ritual de cortejo, lo que a simple vista vemos como ese espectáculo de luces.
Sin embargo, hay especies diurnas, es decir, que principalmente se mueven en el día y esto se explica por su propio proceso de desarrollo.
Arturo López Mérida señaló que las luciérnagas tienen un ciclo de vida muy parecido al de las mariposas, ya que sufren de una metamorfosis a lo largo de su ciclo, pasando de un huevito a larva, posteriormente a pupa (que es como un preadulto; pero sin alas) y finalmente se convierten en adultos.
En el caso de esta segunda especie, detalló, una característica particular es que durante su ciclo de vida pierde su órgano fotógeno, parte que le permite brillar.
