En 2023, el mundo científico ha presenciado avances significativos en la lucha contra el Alzheimer, una enfermedad que sigue desafiando a la medicina moderna. Con más de un siglo de investigación, este año ha sido testigo de descubrimientos esperanzadores, desde la identificación de genes clave hasta el desarrollo de nuevos medicamentos. Estos avances no solo aportan conocimientos valiosos sobre la enfermedad, sino que también ofrecen una nueva esperanza para aquellos afectados por este trastorno neurodegenerativo.
Uno de los hitos más notables en 2023 fue el descubrimiento realizado por la neurocientífica española Amaia Arranz y su equipo. Identificaron el gen MEG3, responsable de la destrucción neuronal en el Alzheimer. Este hallazgo abre nuevas vías para el tratamiento de la enfermedad, utilizando medicamentos ya existentes para la leucemia y el melanoma, lo que representa un enfoque innovador en la neurociencia.
Además, este año ha visto el surgimiento de lecanemab, también conocido como Leqembi, un fármaco aprobado en los Estados Unidos que reduce las placas amiloides en el cerebro. Su efectividad ha sido demostrada en ensayos clínicos, frenando el daño cerebral en pacientes en etapas tempranas del Alzheimer hasta en un 27%. La expectativa de su aprobación en Europa sugiere un futuro prometedor para su uso en el tratamiento de la enfermedad. Si bien no es cura, ha probado en distintos estudios clínicos ralentizar el proceso de la enfermedad. Otro medicamento, donanemab, ha mostrado ser aún más eficaz, con una capacidad de ralentizar el deterioro cerebral en un 35% tras un diagnóstico precoz. Aunque aún no ha sido aprobado en Europa ni en Estados Unidos, su potencial es alto, superando a otros tratamientos en la eliminación de placas amiloides.
En el ámbito de la prevención, un estudio de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard destacó la dieta MIND. Esta dieta ha demostrado reducir el riesgo de demencia, resaltando la importancia de la nutrición en la salud cerebral. Finalmente, un estudio de la Universidad de Pensilvania ha arrojado luz sobre el uso del compuesto 4-fenilbutirato (PBA) en modelos de ratón con Alzheimer. Este tratamiento logró revertir signos de la enfermedad, incluida la pérdida de memoria, incluso cuando se administra en etapas avanzadas de la enfermedad. Si bien la investigación todavía está en una fase muy temprana, sus prometedores resultados generan expectativa para los próximos años.
