Mauricio Macri recibió a los gobernadores de las provincias afectadas por las inundaciones y les anunció la creación de un fondo de emergencia para asistir a los damnificados.
La reacción tardía de Macri llegó tras ignorar un reclamo del kirchnerismo en el Congreso para sancionar la emergencia hídrica y aplicar exenciones impositivas a los chacareros que tienen el agua ceca del cuello.
Conscientes de que al presidente no le gusta reducir impuestos, los diputados de Cambiemos se negaron a tratar el tema en la comisión de Salud y Acción Social y los gobernadores estallaron.
La inacción también ocasionó internas en el Gobierno, cuando el ministro de Agricultura, Ricardo Buryaile, planteó en el Gabinete que las ayudas a los productores agropecuarios venían siendo más que escasas.
Por si faltaba algo, el vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, echó más lecha al fuego:escribió por twitter que no hace falta bajar las retenciones a la soja porque las inundaciones suben el precio. En la red social lo destrozaron.
En ese contexto, Macri recibió a los gobernadores Miguel Lifschitz (Santa Fe), Domingo Peppo (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Ricardo Colombi (Corrientes)
Prometió que los productores de sus provincias podrán postergar el pago de impuestos y sus créditos con el Banco Nación, que a su vez brindará nuevos financiamientos.
“Vamos a conformar un fondo de emergencia para atender las obras estructurales que tenemos que empezar a hacer en cuando deje de llover y desciendan las aguas”, anunció el ministro del Interior Rogelio Frigerio en una conferencia de prensa que brindó junto a los gobernadores y a Buryaile.
Frigerio anunció que se financiarán obras para levantar las defensas de las ciudades afectadas por las inundaciones y aquellas que están en riesgo de sufrir el embate de las aguas.
Dijo que, además, el Gobierno impulsará “un programa de viviendas para las ciudades con mayor cantidad de evacuados, quienes han sufrido la destrucción de hogares”.
Según datos oficiales, las inundaciones afectaron a 40.000 habitantes, de los cuales 11.000 tuvieron que ser evacuados de sus hogares.
Buryaile confirmó que la emergencia se prolongará hasta el 31 de diciembre y destacó que se “están liberando recursos para las provincias a través del Fondo”, como también que se estudia una ampliación de los recursos que se destinarán a la contingencia.
Admitió que se perdieron 3,5 millones de toneladas de soja, lo que representa unos 1000 millones de dólares, demás de una fuerte caída del sector lácteo.
“La estimación definitiva la vamos a tener cuando cese el fenómeno”, pronosticó el ministro más preocupado por las lluvias.