Papelón para Huracán

Libertad goleó 5 a 1 al Globo en el Ducó, el peor resultado de local de un equipo argentino por torneos continentales. Fue pésimo el segundo tiempo del equipo de Apuzzo. Hubo dobletes de Tacuara Cardozo y de Salcedo. Alfaro sufrió en la platea.

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El recambio a Huracán le llegó en el peor momento. La salida de algunos referentes como Marcos Díaz y Frietzler se pagó muy caro, con un papelón, con una goleada en contra, 5 a 1, la peor de local de un equipo argentino ante un extranero en torneos continentales (el registro anterior fue el 5 a 2 con el que Arsenal cayó ante Atlético Mineiro en Sarandí, en 2013).

Obvio, no todo se resume en las bajas que tuvo Huracán, ni en el poco tiempo de trabajo con Apuzzo. No se puede jugar tan mal. Hubo ingenuidades defensivas muy evidentes. Cualquiera que haya visto a Tacuara Cardozo sabe que el punta, ex Benfica de Portugal, tiene un enorme potencial en el juego aéreo. Por eso, no se entiende que lo hayan dejado tan libre en el cabezazo del 1 a 0, apenas en el arranque del del partido.

Encima, nadie bloqueó la asistencia de Jesús Medina, pretendido por Boca, en el 2 a 0 de Tacuara. También pagó Nervo en el 3 a 0: perdió absurdamente de arriba contra Tacuara y la pelota le quedó servida a Salcedo. Y hubo fallas evidentes en el 4 a 0: nadie paró a Medina antes de la definición de Bareiro. Manuel García, arquerito debutante, fue parte del desastre.

Hubo momentos en el primer tiempo de dominio de pelota de Huracán, no se expuso ningún concepto futbolístico, al tiempo que Libertad demostró una tranquilidad absoluta que se tradujo en una contundencia demoledora.

Libertad paseó a Huracán y sentenció la eliminatoria. Sería pueril que alguien se ilusionara con una reacción en la revancha, programada para el 1 de agosto en Asunción. Ese partido asoma ahora como un problema para Gustavo Alfaro. El futuro técnico estuvo en el palco y sufrió la muy baja exposición del equipo.

La impotencia se tradujo en violencia: hubo una discusión con empujones entre Mariano González y Gamarra en el entretiempo. Luego, el Kaku fue expulsado por una patada.

Todo mal para Huracán. La única receta es el trabajo, concentrarse en la pretemporada, que se incorporen refuerzos y que no se falle en la elección, y proyectarse el desquite en Paraguay como un trámite para cumplir con la programación. La gente del Quemero reaccionó con insultos y mucha calentura. Y los ánimos no están para cometer más errores.

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