La clave del orden en casa que te permite reducir el estrés y la ansiedad

El desorden en casa es a menudo una de las consecuencias inmediatas de un estado anímico bajo.

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Con frecuencia, el aspecto de nuestra vivienda es un reflejo de nuestro estado de ánimo. Si tu vida es un caos, es complicado que tu casa esté impoluta. Y viceversa. Sabemos que los procesos emocionales llevan su tiempo, pero ¿y si los afrontas por el otro vaso comunicante? Ordenar la casa puede ser un atajo en tu lucha contra la ansiedad. Una investigación publicada en The Personality and Social Psychology Bulletin analizó los niveles de cortisol, la hormona del estrés, en 60 mujeres participantes. Las que describieron sus hogares como desordenados y estresantes estaban más deprimidas que aquellas que los definían como ordenados y acogedores, y tenían mayores picos de cortisol a lo largo del día. Una casa ordenada ayuda a tener una mente despejada. Y así es como se consigue.

1. No te lo tomes muy en serio
Si vas a limpiar para rebajar la ansiedad, no tiene demasiado sentido que la propia limpieza te estrese. Olvida esos anuncios en los que las visitas inesperadas nos van a juzgar por la cantidad de polvo acumulado. Ahora vamos a afrontar la tarea con tranquilidad, sin prisas, ni expectativas. El objetivo no es un salón de revista, sino el disfrute que puede provocar el proceso.

2. Rompe el círculo
Estamos deprimidos, abandonamos el cuidado de la casa. La casa caótica nos hace sentir culpables y autocastigarnos pensando en por qué no somos capaces de tener la casa en orden. Nos deprimimos. Sal de esa espiral que, de entrada, es absurda: cuando las cosas no están limpias no nos relajamos, al contrario.

 3. Con todos los sentidos
Elige cualquiera de nuestras playlists: música para limpiar, canciones que hablan de decoración o melodías para una casa elegante. Lo importante es que te motiven y te reconforten. No solo el oído debe estar mimado durante la limpieza terapéutica. El olfato y la vista también quieren unirse a la fiesta. Se consigue con toda la luz natural que puedas conseguir: su presencia está estrechamente relacionada con el estado anímico, así que sube persianas y corre cortinas. También hay que abrir las ventanas: las casas necesitan ventilarse a diario al menos durante 5 minutos. Deja que la energía fluya. Y con un difusor de aromas con aceites esenciales como menta o eucalipto conseguirás alargar la sensación de purificar el aire.

4. Elemental, querida Kondo
“¿Esto me proporciona alegría?”. El método KonMary propone que nos preguntemos esto acerca de cada objeto de nuestro hogar. Descubriremos que podemos prescindir de aproximadamente el 70 por ciento de nuestras pertenencias. ¿Qué sentido tiene que siga en tu salón la horrible silla de tu ex, o el regalo de esos familiares a los que no soportas? En este artículo te contamos todo lo que puedes hacer con lo que ya no quieres.

5. ¿Por dónde empiezo?
Cuando toda la casa está sumida en el caos, el problema es precisamente que limpiar puede suponer más caos temporalmente si, por ejemplo, vaciamos el armario para organizarlo en profundidad. Afrontar una tarea titánica puede ser demasiado abrumador, por eso los organizadores profesionales recomiendan empezar por la zona de la ropa sucia: si podemos poner la lavadora a todo dar y tender sin estorbos, todo irá sobre la marcha. Te ayudará tener cestos de ropa sucia distintos para la ropa negra, blanca y de color.

6. El orden del orden
Tras tu hermosa lavandería, las estancias deben ser organizadas en este orden: primero la cocina, después el baño, a continuación el dormitorio y por último el salón. Las dos primeras habitaciones son las mas agradecidas y las que más higiene necesitan por cuestiones sanitarias. Y son zonas de agua, así que la presencia del líquido elemento te ayudará a relajarte. El dormitorio solo puede estar perfecto cuando las sábanas han pasado por lavandería y el baño está listo; y el salón, al ser la zona de paso donde se acumulan correspondencia, bolsos de la calle y las compras, es mejor que sea lo último en ser limpiado: aquí es donde confluyen todos los estorbos y querrás depositarlos en su habitación correspondiente previamente ordenada.

7. La despensa es el mejor gimnasio
En su nuevo libro Does This Clutter Make My Butt Look Fat? (¿Este desorden me hace el culo gordo?), el organizador profesional Peter Walsh afirma rotundamente que hay una relación directa entre la grasa de nuestra silueta y el caos de nuestra casa.

8. Y el orden, la mejor medicina
Según este artículo de Psychology Today, no solo nuestra salud mental se ve comprometida cuando nuestra casa es caótica, también aumenta las probabilidades de sufrir cansancio, dolor de cabeza, molestias gastrointestrinales y el resto de manifestaciones fisiológicas de la ansiedad. Cuando tu mesada esté despejada comprobarás una mejoría evidente. Solo tienes que seguir las instrucciones de este artículo.

9. Cómo ganar 20 minutos al día
Pierdes las llaves. No encuentras la cartera. No te acuerdas de dónde dejaste los zapatos. Si tu casa es un desastre seguramente perderás a diario un tiempo increíblemente precioso. Y ojalá simplemente lo desperdiciaras, ya que en realidad son varios minutos de rabia y tristeza. Puedes acabar con ese círculo vicioso con un recibidor disciplinado, en el que siempre esté todo en orden y todo tenga su lugar.

10. Mantén lo conseguido
Una vez que hayas conseguido santificar tu hogar, las rutinas de los gurús del ordendeben ser las tuyas: 15 minutos diarios de repaso, nada de comprar si antes no has tirado algo y rodearte solo de cosas bellas que sean fáciles de mantener organizadas.

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