En el juego de la transformación digital, Mastercard fue la tarjeta que mejor movió sus fichas en el tablero latinoamericano. Con una astuta estrategia, logró aventajar por varios casilleros a Visa y al resto de sus competidoras.
El plan trazado por la empresa de los dos círculos arrancó hace más de un año. Primero, exigió a los bancos de la región que actualizaran sus tarjetas a contactless, una tecnología que permite agilizar las compras y mejorar la seguridad ya que:
– El cliente apoya la tarjeta sobre el lector para abonar, sin necesidad de entregarla a un tercero.
– El plástico tiene un chip con datos encriptados que permiten que no se “clone” la tarjeta.
– La operación no requiere la presentación del DNI. Tampoco la emisión del cupón ni la firma del cliente en operaciones de hasta $1.000.
– Las tarjetas se pueden “virtualizar” en una billetera electrónica, permitiendo abonar al posar el celular sobre la terminal.