Se desploma la economía Británica tras el Brexit

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En lo inmediato los efectos netos de la ruptura con Europa han sido muy negativos.

Thomas Sampson, profesor del Departamento de Economía de la London School of Economics, contó que el golpe comenzó desde el mismo momento del referéndum, que causó una caída inmediata del valor de la libra, lo que aumentó el costo de la vida. “La incertidumbre que se generó también provocó una menor inversión y un menor crecimiento del PIB incluso antes de que se produjera el Brexit —dijo a Infobae—. Desde que el nuevo acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE entró en vigor a principios de 2021, el comercio con la Unión cayó bruscamente. Las exportaciones fueron en enero de 2021 un 38% inferiores a las de enero de 2020. Todavía es demasiado pronto para saber cuál será el impacto a largo plazo, pero hasta la fecha ha sido malo para la economía británica”.

El comercio entre el Reino Unido y la UE se desplomó en enero. Las exportaciones de bienes cayeron un 40,7% en comparación con diciembre de 2020, y las importaciones retrocedieron un 28,8 por ciento.

El total de las exportaciones británicas con el mundo cayeron un 19,3% y las importaciones 21,6 por ciento. Son los mayores derrumbes mensuales registrados por la Oficina Nacional de Estadísticas desde 1997. Este fue uno de los principales determinantes de que el PIB retrocediera 2,9% en enero de 2021.

“Es probable que las principales consecuencias queden en un primer momento ocultas bajo el impacto del COVID y se hagan evidentes tras un largo periodo de tiempo como una ralentización del crecimiento económico con un aumento de la inflación, consecuencia de la ruptura de los vínculos comerciales y de las cadenas de valor”, sostuvo Charlie Dannreuther, profesor de economía política europea de la Universidad de Leeds, en diálogo con Infobae. “Aunque muchas grandes compañías parecen haber asimilado bien el proceso, el impacto real puede notarse en los próximos meses a medida que se agoten las reservas y sea más difícil acceder a nuevos insumos. Para las empresas más pequeñas que trabajan en los sectores de la alimentación, la agricultura, la moda, la pesca o las firmas de servicios en el ámbito de la música, el impacto ha sido devastador, y muchas hablan de drásticas pérdidas comerciales”.

En el largo plazo, las secuelas podrían ser incluso más graves. Hay muchas compañías que importan insumos de la UE, producen en el Reino Unido y luego venden a distintos países de la Unión.

Con el divorcio, ese proceso se volvió mucho más oneroso, lo que lleva a muchas a evaluar seriamente el traslado de sus operaciones a alguna de las 27 naciones miembro. Eso causaría la pérdida de miles de puestos de trabajo británicos.

“El principal efecto del Brexit fue el restablecimiento de muchas de las barreras no arancelarias que existían entre el Reino Unido y la UE, y que habían sido barridas por el establecimiento del mercado interior de la UE. Esto hace que sea menos atractivo para las empresas británicas más pequeñas exportar a la UE y viceversa. En un horizonte de 10 a 15 años, una serie de expertos prevén que esto suponga un crecimiento más lento”, dijo a Infobae Iain Begg, profesor de economía política del Instituto Europeo de la London School of Economics.

El sistema financiero, sector clave de la economía británica, está entre los que más va a sufrir. La city londinense, que era la principal plaza europea, perdió atractivo para muchas firmas con sede en la UE. De hecho, el proceso de migración de operaciones comenzó en 2017, tras el referéndum. Es muy probable que se profundice en los próximos años.

La dificultad para traer trabajadores calificados de otros países europeos también puede hacer repensar su esquema de negocios a muchas firmas. Las trabas impuestas tras la separación hacen que el Reino Unido sea mucho menos rentable para empresas que tienen como mercado a toda Europa.

“Los servicios financieros estarán entre los sectores más afectados, porque perderán parte del acceso a los mercados de la UE —dijo Begg—. Ya hay indicios de puestos de trabajo desplazándose al otro lado del Canal de la Mancha y a Irlanda. Pero es sólo un goteo y sigue siendo verdad que la experiencia de la city londinense no se compara con la de ningún centro financiero de la UE, por lo que es un reto, pero no una gran amenaza. Algunos comercios minoristas se están beneficiando de poder importar más barato del resto del mundo y esto puede significar precios más bajos para los consumidores. Entre las cuestiones abiertas está la de si el Reino Unido aprovechará su libertad para hacer acuerdos comerciales con otras partes del planeta”.

La respuesta de Boris Johnson y de los brexiters ante este comienzo ominoso es que el país firmará pronto nuevos tratados de libre comercio que serán muy beneficiosos para la economía. Eso está por verse.

Muchos economistas son escépticos. Por más que el país pueda cerrar muy buenos acuerdos, es difícil que puedan superar lo que está perdiendo en el intercambio con la UE. En el mejor de los casos, podrán servir para compensar y equilibrar la cuenta. Pero no es eso lo que prometía el Brexit.

“En términos materiales, el caso en contra del Brexit tuvo desde el principio argumentos abrumadores y nada parece haber cambiado en ese sentido. Los beneficios de la mayor competitividad de la libra se contraponen a los crecientes precios de las importaciones en una economía que es importadora neta. Además, la falta de trabajadores inmigrantes perjudica al sector de la asistencia, al comercio minorista, a la gastronomía y a muchos otros pequeños empresarios. Hay menos recursos humanos disponibles con competencias técnicas y de alta cualificación, lo que supone un problema cuando el gobierno los necesita para ‘subir de nivel’. Así que, más allá de un momento de alegría por haber superado a los europeos, el daño es real y los beneficios materiales no están probados hasta la fecha”, sostuvo Dannreuther.

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