El Papa Francisco: “¿Cómo no ver al Señor en los millones de prófugos y refugiados que huyen del horror de la guerra?”

Durante la ceremonia del Vía Crucis en el Coliseo de Roma, el Sumo Pontífice condenó a los curas pedófilos "que quitan la dignidad a inocentes"

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El Papa Francisco presidió este viernes el Via Crucis de Viernes Santo en el Coliseo Romano, donde condenó duramente a los sacerdotes católicos pederastas que fueron descubiertos y condenados en el mundo. “Quitan la dignidad a inocentes”, afirmó.

En su discurso ante miles de asistentes a la ceremonia en el Coliseo de Roma, también condenó “la conciencia insensible y anestesiada” de Europa ante el drama de los refugiados.

El Papa Francisco: “¿Cómo no ver al Señor en los millones de prófugos y refugiados que huyen del horror de la guerra?”

“El sufrimiento para el hombre es a veces un absurdo, incomprensible para la mente, presagio de muerte. Hay sufrimientos que parecen negar el amor de Dios. ¿Dónde está Dios en los campos de exterminio? ¿Dónde está Dios en las minas y en las fábricas donde trabajan los niños como esclavos? ¿Dónde está Dios en las pateras que se hunden en el Mediterráneo?”, preguntó.

“¿Cómo no ver el rostro del Señor en los millones de prófugos, refugiados y desplazados que huyen desesperados del horror de la guerra, de las persecuciones y de las dictaduras?”, fue el cuestionamiento la Sexta estación, “La Verónica enjuga el rostro de Jesús”.

“¡Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro Mediterráneo y en el mar Egeo, convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada!”, clamó el Papa en una clara crítica al cierre de fronteras y al rechazo hacia los inmigrantes y refugiados

Y repudió la “violencia sin precedentes” de los terroristas islamistas, señalando que los seguidores de religiones que llevaron adelante actos de fundamentalismo o terrorismo profanan el nombre de Dios.

Provistas de velas y libros de oración, miles de personas asistieron al primer servicio religioso al aire libre de Semana Santa del pontífice ante una gran multitud desde los atentados en Bruselas. Los creyentes de diversas partes del mundo se alternaron para cargar una cruz ligera a fin de recordar el sufrimiento de Jesús el día de su crucifixión.

La policía revisó a peregrinos con aparatos detectores de metales y registró bolsas y mochilas.

 

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