De Liverpool a Nueva York, sitios imprescindibles para fans de Los Beatles

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Este famoso paso de cebra de la City of Westminster -el distrito céntrico que abarca muchos de los íconos de la capital británica, desde el palacio de Buckingham hasta 10 Downing Street- es meta de peregrinación a toda hora del día. Primero hay que tomar el subte hasta la estación St. John’s Wood; a partir de ahí se pueden seguir las instrucciones -tomar Grove End Road unos 500 metros y doblar a la derecha en Abbey Road- o bien simplemente seguir a todos los que van para el mismo lado. El objetivo es reproducir la foto de la portada del álbum donde George, Paul, Ringo y John caminan -Paul descalzo, alimentando el mito de su supuesta muerte- sobre el célebre cruce. Familias, amigos y hasta turistas solitarios se suman al rito, con la solidaridad que impone la necesidad de ser rápidos: además de ser un ícono beatle, Abbey Road es una calle de mucho tránsito y los automovilistas, que ya llevan cinco décadas asistiendo a la peregrinación de fieles, suelen impacientarse cuando la ceremonia de la foto y pose en hilera tarda demasiado. El viernes 8 de agosto de 1969 Los Beatles tuvieron más suerte: la policía cortó la calle mientras el fotógrafo Ian McMillan los inmortalizaba en apenas diez minutos y seis tomas. A pocos metros del cruce se encuentra la entrada de los estudios Abbey Road (hoy monumento nacional), donde Los Beatles grabaron gran parte de sus álbumes.

2- 34 Montagu Square. Londres

Aunque está a sólo 20 cuadras de Abbey Road, esta dirección de Londres es menos concurrida, aunque no menos interesante. A mediados de los 60, Ringo Starr alquiló el departamento de la planta baja y, por lo tanto, el lugar empezó a ser visitado por sus compañeros de grupo: Paul McCartney, por ejemplo, grabó aquí el demo de I’m Looking Through You y trabajó también en la composición de Eleanor Rigby. No es un detalle menor que el departamento le quedara cerca de la casa familiar de su novia de entonces, la actriz Jane Asher, donde residía Paul en aquellos tiempos. También Lilian Powell, la suegra de John Lennon, solía quedarse aquí durante las visitas a su hija Cynhia. Pero la locación se hizo más conocida cuando se supo que aquí John y Yoko -ya en 1968- tomaron la foto de ambos desnudos que sería la portada del álbum Two Virgins. Célebre (aunque el LP se vendió oculto por un sobre) y poco favorecedora, la foto mostraba lo que Lennon definió después como ex junkies con leve sobrepeso. En 2010, Yoko Ono presentó la placa azul -indicadora de lugares de interés histórico en Londres- que recuerda a John Lennon, 1940-1980, músico y compositor que vivió aquí en 1968.

3- Strawberry Fields. Nueva York.

El vaivén de gente parece no cesar nunca sobre esta pequeña parte del Central Park que está dedicada al recuerdo de John Lennon (aunque también hubo concentraciones aquí en homenaje a George Harrison). El memorial, un mosaico circular de piedra blanca y gris realizado con la técnica de calçada portuguesa, que reza en el centro Imagine, fue inaugurado el 9 de octubre de 1985: el día en que Lennon hubiera cumplido 45 años. La obra, realizada y donada por artesanos napolitanos, reproduce un mosaico hallado en las ruinas de Pompeya y hoy conservado en el Museo Arqueológico de Nápoles. Fue el elegido por Yoko Ono entre los más variados regalos enviados por numerosos países, incluyendo una gran amatista paraguaya: pero sólo había lugar para uno. Strawberry Fields, el nombre del área conmemorativa -que abarca en total una hectárea con un Jardín de la Paz reconocido por más de 120 países- era el lugar favorito de John y Yoko para pasear por el Central Park. No muy lejos de su casa, en realidad, ya que desde aquí se ve el edificio Dakota, hogar de la pareja en Nueva York: en la vereda, frente al edificio, John Lennon fue asesinado en diciembre de 1980.

4- Mathew Street. Liverpool

Todos los veranos se organiza no sólo la Beatle Week en Liverpool, sino también el Mathew Street Festival, ahora rebautizado Liverpool International Music Festival (LIMF). Aunque no esté dedicado sólo a la música de Los Beatles, el lugar mismo -que sigue siendo el centro del encuentro- ya habla de los fab four: porque en Matthew Street, que hoy es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, se encuentra la réplica del Cavern Club, reconstruido exacto (incluyendo el mural pseudo Mondrian) a metros del original. El turismo y el recuerdo beatle le dieron un carácter bastante distinto al de los años 60, más oscuro y rebelde, como se puede ver en la réplica de la calle que se encuentra en la exposición The Beatles Story del Albert Dock. En la calle hay varios pubs que se jactan de haber sido visitados por los jóvenes músicos en el comienzo de su carrera, negocios de todo tipo que los evocan en el nombre, y una curiosidad ajena al mundo beat: la estatua de Carl Jung, que visitó la ciudad en 1927 y escribiría sobre un sueño: Liverpool is the pool of life, it makes to live.

5- Strawberry Field – Penny Lane. Liverpool

Strawberry Fields y Penny Lane fueron el lado A y B de un single que, aunque fue grabado en las mismas sesiones que Sgt. Pepper’s -celebrado este año por su 50 aniversario- se editó fuera del álbum. Para los fans, la exclusión generó el “45 perfecto”, con “dos lados A”, y para George Martin fue “el peor error de mi carrera”. La curiosidad es que ambos recuerdan sendos lugares de Liverpool que se encuentran relativamente cercanos y forman parte obligada del circuito que recorre los sitios de la ciudad vinculados con el grupo. Strawberry Field era, en realidad, un orfanato del Ejército de Salvación: y el niño John Lennon solía visitarlo junto a la inefable tía Mimi todos los años, cuando se organizaba una fiesta puertas abiertas. El lugar era y sigue siendo lúgubre: cerrado desde 2005, el Ejército de Salvación busca ahora fondos para abrirlo al público por primera vez. Penny Lane, por su parte, era el cruce donde John y Paul se encontraban para tomar el colectivo que los dejaría en el centro de Liverpool: un sitio anónimo célebre gracias a la canción. El nombre estuvo en el centro de una polémica, porque el tal Penny era un comerciante de esclavos, y por ese motivo hace unos años se propuso retirarle el nombre a la calle. La fuerza beatle prevaleció y Penny Lane quedó (con un cartel reforzado al máximo para que no sigan robándoselo).

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