El presidente de la Nación, Alberto Fernández, acompañado por el ministro de Producción, Matías Kulfas, encabezó al mediodía de este martes un acto en el Complejo Industrial Visuar, ubicado en el municipio bonaerense de Cañuelas. Durante el evento, el mandatario presentó una línea de crédito para empresas y un plan de compra de electrodomésticos. También se refirió a la demanda creciente de dólares y criticó fuertemente la gestión económica de su antecesor, Mauricio Macri, al tiempo que hizo un balance de las medidas de su propia administración.
Según anunció el jefe de Estado, el financiamiento propuesto tiene como objetivo garantizar que mil pequeñas, medianas y grandes empresas accedan a préstamos con tasas de interés de hasta 24 por ciento y plazos de 36 meses, con seis de gracia. Además, Fernández presentó un plan para la compra de electrodomésticos, con el que se busca potenciar el consumo de productos de alta eficiencia energética y de elaborados en Argentina. Dentro del programa, se incluyen heladeras, lavarropas, cocinas, calefones, termotanques, ventiladores e, incluso, lavavajillas. Todos los bienes tendrán precios de referencia.
Durante el evento, el Presidente aseveró que heredó, el pasado 10 de diciembre, una economía “diezmada y casi sin reservas en el Banco Central”. Además, en esta línea, se quejó de la historia de “bimonetarismo” en el país, pero también aseguró que “los argentinos necesitamos los dólares para comprar los insumos que nos permitan hacer todas estas heladoras y todos estos electrodomésticos”.
“Cada una de esas heladeras tiene un 60 por ciento de producción nacional y un 40 por ciento de insumos que se importan”, indicó el presidente. “Tenemos que hacer que cada vez sean menos los insumos que se importan y cada vez sea más lo que produzcamos localmente. Pero, en el mientras tanto, para poder comprar estos insumos y para que toda esta producción se siga desarrollando, hace falta cuidar los dólares porque a los dólares los necesitan los que tienen que producir y los que dan trabajo”.
Finalmente, Fernández reconoció que “nos toca vivir es un tiempo de emergencia”, y afirmó que las recientes medidas tomadas por el gobierno “no hacen felices” a los funcionarios. “Son medidas que la coyuntura nos exige por el grado de deterioro que tenían las reservas del Banco Central cuando nosotros llegamos”, reiteró. “En el medio, tuvimos que lidiar con seguir pagándoles a organismos internacionales y llegar a un acuerdo con los acreedores privados. Poco a poco, ese horizonte nuboso que uno veía empieza a despejarse”.
