El dólar anotó su 3ra baja consecutiva este viernes con el impulso de una batería de medidas oficiales que se anunciaron en la jornada anterior.
En el mercado minorista, la cotización perdió 63 centavos en relación al cierre previo y finalizó la jornada en $41,134, que a la vez fue $1,113 inferior al saldo del viernes previo, de acuerdo al promedio del Banco Central.
En la punta mayorista, en tanto, la divisa retrocedió 77 centavos y cerró la rueda en $40. En la semana, el tipo de cambio en este segmento cayó $1,20.
Las 1ras operaciones marcaron la tendencia del día. El dólar comenzó con sesgo bajista dada la oferta que caracterizó a las 2 jornadas anteriores a lo que sumó el efecto del anuncio de una mayor liquidez por ventas que realizará el Tesoro nacional desde abril, y el del endurecimiento de la política monetaria por parte del Banco Central para apuntalar la “desinflación”.
En este marco, la entidad monetaria convalidó otra suba de la tasa de interés con el fin de desactivar la avidez por el dólar ofreciendo mejores rendimientos para instrumentos en pesos.
Así, la tasa promedio total en la licitación de Leliq (Letras de liquidez) cerró en 63,744%, 0,11 puntos por arriba del cierre previo.
En tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, anunció que el Tesoro venderá US$9.600 millones, a razón de US$60 millones, para hacerse de pesos, lo que indudablemente generará un impacto a la baja en el tipo de cambio.
“Los anuncios efectuados y la renovada suba de tasas de LELIQ revirtieron expectativas y generaron una tendencia vendedora que deprimió fuertemente al tipo de cambio mayorista”, apuntó Gustavo Quintana, de PR.
Contener el tipo de cambio se ha convertido en la principal estrategia del Gobierno para combatir a la inflación. Con mayor oferta (ventas del Tesoro) y absorción de pesos para que no estimulen la cotización (apretón monetario), desde el oficialismo buscan conjugar el escenario para facilitar la reelección de Mauricio Macri.
La estabilidad cambiaria y, en consecuencia, cierta estabilidad en materia inflacionaria se convirtieron en el eje central de las acciones del Gobierno con la mira puesta en las elecciones.
El “dólar calmo” se convirtió en una prioridad, incluso por encima de la reactivación de la economía, la que se ve seriamente obstaculizada por medidas como las que anunció el jueves el Banco Central.
