El Valle de la Muerte bate el récord oficial a la mayor temperatura de la historia nunca registrada

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Es la segunda vez en dos años consecutivos que se bate esa marca

El Valle de la Muerte, en California, ha hecho honor al lugar más seco y cálido del planeta al registrar la mayor temperatura de la historia, al menos la mayor de cuya medición nos podamos fiar: 54,4 grados Celsius (130 grados Farenheit).

El dato ha sido publicado por el Servicio Nacional de Meteorología y ha tenido lugar el pasado viernes 9 de julio después de varios días durante los que las temperaturas ya superaron los 50 grados. De hecho, y según los meteorólogos, la marca probablemente se extendió al sábado y al domingo. No es la primera vez que se alcanza una marca semejante. Para encontrarla solo tenemos que remontarnos a agosto del año pasado.

Existe cierta controversia sobre cuál es la mayor temperatura meteorológica nunca registrada en nuestro planeta. El récord lo tiene, de nuevo, el Valle de la Muerte, con una medición de 56,7 grados Celsius en julio de 1913. En segundo puesto está Kebili, una localidad de Túnez que alcanzó los 55 grados el 7 de julio de 1931.

El problema con las dos mediciones es el mismo, que no son fiables. El historiador Christopher Burt explica que la marca de 1913 sencillamente no es posible desde una perspectiva meteorológica. Tanto esa medición como la de Túnez se ponen en duda porque la precisión de los instrumentos de la época y la falta de un procedimiento estándar hacen sospechar que sencillamente se tomaron mal. En este caso al menos, sabemos que la medición es científicamente correcta y la cifra ha sido confirmada tanto por la Organización Meteorológica Mundial como por la Administración Atmosférica y Oceánica de Estados Unidos (NOAA).

De momento, los meteorólogos dicen que no hay ningun indicio de que el Valle de la Muerte vaya a alcanzar esos 45,7 grados. No, el menos, esta semana. De todos modos científicos como los del World Weather Attribution advierten de que estas cifras de récord serán cada vez más comunes. De hecho, la ola de calor que azote estos días el Noroeste del Pacífico se considera algo extremadamente raro en términos climáticos, y todo indica que se aproxima una segunda ola. “Este tipo de eventos son virtualmente imposibles sin la mediación de causas humanas”, escriben.

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