El Senado de la Nación debate este jueves el proyecto de reforma judicial enviado por el Poder Ejecutivo, que busca fortalecer el fuero federal penal de la Ciudad de Buenos Aires y crear cámaras de apelaciones en las provincias. A pesar del rechazo del interbloque opositor de Juntos por el Cambio, el oficialismo busca obtener la media sanción.
Tras tres semanas de debate, en las que más de 50 especialistas expusieron ante los legisladores, el miércoles pasado el oficialismo obtuvo dictamen de mayoría en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales. El texto original sufrió algunas modificaciones.
La sesión especial se lleva adelante de manera remota, con la sola presencia en el recinto la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, y las autoridades de la Cámara (la presidenta provisional, Claudia Abdala de Zamora; el vicepresidente, Martín Lousteau; el vice primero, Maurice Closs; y la vice segunda, Laura Rodríguez Machado).
La presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, María de los Ángeles Sacnun, abrió el debate con críticas a Juntos por el Cambio: “Hemos asistido a una oposición cerrada, que no pretendió generar ningún tipo de transformación y cambio del proyecto del Ejecutivo, pese que así lo manifestamos en el plenario de comisiones”.
Además, la senadora criticó a la oposición por incenctivar movilizaciones en contra de la iniciativa en el medio del peor momento de la pandemia. “Pretenden sustituir la función del Congreso con un estado deliberativo en la calle en plena pandemia, poniendo en peligro el sistema de salud que tanto ha costado recuperar”, agregó. .
Sobre ese punto, la senadora oficialista explicó que este proyecto “está basado en el proyecto Justicia 2020 del gobierno anterior y en un proyecto legislativo suscripto por senadores opositores como Luis Naidenoff y Silvia Elías de Pérez”.
En ese sentido, Sacnun denunció la situación de lawfare que se vivió durante el gobierno de Mauricio Macri, donde había “jueces amigos”. “Hemos asistido a 4 años donde se instaló una mesa judicial que se naturalizó. Recuerdo artículos periodísticos dando cuenta que en esa mesa se planteaba ir por un juez o jueza porque le gustaba o no el sentido de la sentencia que había dictado”, recordó.
En otro pasaje de su exposición, destacó y aclaró algunos puntos del proyecto. Indicó que busca evitar la mayor concentración de poder, que el artículo 14 detalla que las causas van a seguir siendo investigadas por los jueces que ya las instruyen y que los sorteos serán de forma manual, grabados a través de medios técnicos.
Las claves del proyecto
El punto central de la iniciativa es la unificación de los 12 juzgados en lo Criminal y Correccional Federal y los 11 juzgados nacionales en lo Penal Económico en un fuero que se llamaría Penal Federal con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Con la unificación se vería ampliada de 12 a 23 la cantidad de jueces con competencia en las causas sobre delitos federales.
Según establece el proyecto, las causas actualmente en proceso en los tribunales y cámaras de apelaciones de esos fueros continuarán su trámite ante esos mismos órganos, hasta su conclusión.
Afuera del Congreso
Mientras se lleva a cabo el debate, grupos de manifestantes opositores se reunieron alrededor del Congreso de la Nación para rechazar la propuesta. Desde el miércoles por la tarde se juntaron para montar una vigilia frente al Parlamento.
Ante esta situación, la vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Kirchner, se puso en contacto con el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, para que levanten el vallado que el Gobierno de la Ciudad colocó en el perímetro del Congreso.
