Es la pregunta que se hacen los operadores del mercado, todavía incrédulos por las ganancias que deparó la bolsa en las últimas semanas: ¿es coherente que haya un boom de las acciones bancarias en momentos en que el BCRA se queda sinreservas?
Dicho de otra manera: ¿no encierra una contradicción que las entidades financieras valgan cada vez más si, en paralelo, la institución que dirige Alejandro Vanoli está a punto de quedar con un patrimonio neto negativo?
Históricamente, las crisis económicas en la Argentina tuvieron carácter de sistémicas. Es decir, cuando la situación era mala, les iba mal a todos, desde el Banco Central hasta la firma financiera más chica.
La última experiencia fue la de 2001-2002, que incluyó devaluación, default, pesificación de la economía y un formidable salvataje al sistema financiero.
Ahora la cosa es diferente. Lo cual lleva a que en la city la gente se pregunte cuáles son los motivos que fundamentan una explosión bursátil justo cuando la autoridad monetaria atraviesa el momento de mayor fragilidad de la última década.
¿O acaso los operadores tienen información exclusiva, que no observan los demás? ¿A qué se debe, al fin de cuentas, este verdadero desacople?
Durante octubre:
• El papel del Banco Macro subió 57%
• El del Banco Galicia lo hizo en un 51%
• El del Banco Francés se revalorizó 46%
Son valores que prácticamente duplican el ascenso del índice MerVal.
En simultáneo a este boom, el Banco Central sufrió una pérdida de u$s6.500 millones. Unos u$s5.900 millones por la cancelación del Boden 2015, a los que deben añadirse unos u$s1.200 millones que se fueron por el turismo y el dólar «ahorro».
El derrape no está del todo contemplado en las cuentas del BCRA gracias al swap de monedas acordado con China, que permite contabilizar como dólares a los yuanes entregados por el Banco Central de ese país.
¿Qué pasa con los bancos? ¿Cómo se explica que, durante un modelo supuestamente productivo, sea el sector financiero el más rentable?
La explosiva suba en los precios de las acciones bancarias del mes pasado tiene su explicación en parte por el optimismo de los inversores tras los resultados de las elecciones del domingo 25, que dejaron bien parado a Mauricio Macri, el favorito de la city.
Pero también tiene que ver con la dinámica propia de la actual economía.
Concretamente, con los precios de los bonos sostenidos (que mejoran el perfil de la cartera de los bancos) y la especulación en el mercado del dólar futuro.
Entre el Rofex y el Mercado Abierto Electrónico (MAE) tienen contratos de futuros por unosu$s19.000 millones.
Se estima que el 75% de lo operado en el MAE y el 85% del Rofex corresponden a ventas abiertas por el BCRA. Esto equivale a unos 15.000 millones.
Buena parte de ese monto pertenece a contratos entre el BCRA y los bancos. Existe unapulseada entre ambos: la autoridad monetaria va por las «mini subas» del billete verde controladas mientras que los financistas se cubren de una maxi devaluación.
Traducido en precios: a través del mercado de futuros, los bancos se cubrieron de una devaluación que lleve a la divisa a los 11 pesos, desde ahora a marzo 2016. Todo lo que sea una suba superior les significará una ganancia a futuro.
Como en el mercado suponen que el precio del dólar estará más arriba que $11, losoperadores se adelantaron a ese escenario y por eso impulsaron a las acciones bancarias. De ser así, las entidades reportarán utilidades extraordinarias.
En definitiva, para muchos analistas, lo que está ocurriendo hoy es que el boom de acciones de ese sector es, justamente, la contracara de la crisis del Central. La política económica actual lleva a que la mala situación de uno explique las buenas expectativas de otros.
La apuesta de los inversores
Los analistas bursátiles han estado bombardeados en los últimos días con preguntas sobre qué es lo que justifica el nivel de las cotizaciones.
Fernando Camusso, director de Rafaela Capital, responde: «Las acciones están baratas, aunque algunos bancos vienen ajustando el ratio Price Earning (P/E). Es decir, las subas estan sustentadas en la realidad de las empresas. Pero, atención, el salto del los últimos días responde a un mercado ‘priceando‘ a Macri como futuro Presidente».
Respecto al escenario más probable hasta el 22 de noviembre, el experto sostuvo: «Va a haber volatilidad. Yo soy bullish (optimista) para las acciones argentinas en el mediano/largo plazo. Todavía habrá subas para capturar. Es probable que el mercado se ponga selectivo recién después del balotaje y vuelva a subir a partir de 2016″.
Además, Camusso señaló que «todavía deben ingresar fondos del exterior, que aún no se ven en grandes volúmenes, aunque vienen en aumento«.
El siguiente cuadro muestra las chances que las acciones argentinas tienen para ganar espacio. Desde febrero de 2007 se dio una notable caída en la capitalización bursátil de las compañías argentinas respecto de sus similares de América Latina.