La presión de los Bancos para evitar que se graven con Ganancias las rentas financieras es otro de los obstáculos para que Gobierno y oposición acuerden una reforma a ese impuesto en la sesión del martes.
Mauricio Macri creyó que no era conveniente gravar las ganancias inmovilizadas en los Bancos, aun cuando lo hacen países con sistemas financieros sólidos como Estados Unidos y Chile.
Sergio Massa y Diego Bossio no se movieron de esa postura e incluyeron en su dictamen un impuesto a la renta de los plazos fijos e “instrumentos de regulación monetaria del Banco Central” mayores a un millón y medio de pesos. También lo propuso el dictamen del Frente para la Victoria, escrito por Axel Kicillof, que ya no habla de impuesto a las Ganancias sino a los “altos ingresos”.
El instrumento del Banco Central más conocido este año fueron las Lebac, usadas por Federico Sturzenegger para contener la inflación mediante tasas altas, estrategia que derivó en una bicicleta financiera con un costo en intereses estimado en 200 mil millones de pesos y ni un peso al fisco.
“Estamos en contra de que se premie la especulación financiera por encima de la inversión real, pero hay que hacerlo de manera meticulosa y prolija no de la manera que lo ha tratado el diputado Massa. Porque mientras haya alta inflación no es fácil distinguir entre renta y protección del capital frente a esa inflación”, respondió esta tarde Alfonso Prat Gay, en un corte al retiro espiritual del Gabinete en la quinta presidencial de Chapadmalal.
Como Alberto Abad el martes, el ministro reiteró que los cálculos de recaudación de Massa son exagerados y por lo tanto restarían 40 mil millones de pesos para pagar al suba del mínimo imponible a Ganancias que propone.
En la comisión, el diputado del PRO Luciano Laspina advirtió que gravar plazos fijos puede alentar la compra de dólares o la salida del dinero del sistema financiera, una amenaza ideal de los Bancos para evitar que cada Gobierno grave Ganancias.
“Suena muy lindo pensar en un banquero fumando un habano que n paga impuestos. Pero no es así: los Bancos pagan impuestos”, intentó defenderlos Laspina.
El dictamen de Bossio y Massa pide además retomar varias exenciones eliminadas este año por el Gobierno sin ningún resultado favorable a la vista como las retenciones a la minería, al reparto de dividendos y a los rendimientos de fideicomisos financieros y fondos comunes de inversión.
En estos últimos dos casos sólo exigen gravar cuando estén destinados a negocios financieros. A los dedicados a la economía real el Gobierno quiere protegerlos exceptuándolos de Ganancias en la reforma al mercado de capitales que envió al Congreso.
La decisión del Gobierno de no tocar la renta financiera es otra de las trabas en la negociación, sobre todo porque sí aceptó la propuesta de gravar al juego y hasta en un porcentaje mayor que la oposición: además de las ganancias, propuso un impuesto al capital. Pero con los Bancos prefiere no meterse.
