Este verano, José Ignacio y Garzón serán nuevamente dos de las zonas más exclusivas del Este a la vanguardia de las tendencias: atardeceres únicos, dunas y vegetación agreste. Por qué vale la pena disfrutar de sus encantos
Punta del Este se caracteriza por una muy buena propuesta hotelera pero por sobre todas las cosas por una oferta innovadora que maximiza lo mejor de su paisaje. Así se impuso el Club Hotel Casapueblo que hoy está a la altura de la selecta Costa Azul o del Adriático europeo.
Para aquellos que eligen las zonas más exclusivas como José Ignacio y Garzón existen nuevas propuestas para alojarse como si se pudiera tocar el mar apenas se sale de la cama. Así aparecen los beach clubs que se imponen como una propuesta completa y distinta.
Hoy, en el Este la tendencia no es mirar y ser mirado, sino buscar un lugar único, selecto y vivir a partir de allí una experiencia irrepetible.
“Las playas anchas a puro mar abierto son las protagonistas en José Ignacio y Garzón, departamento de Maldonado”.
Rodeada de dunas y abriéndose paso entre una agreste vegetación se levanta Anastasio Hotel & Beach Club. Ubicado en la Brava del balneario de San Ignacio, a tan sólo 20 minutos del centro de Punta del Este, es un rincón de relax y exclusividad con énfasis en la experiencia natural, una arquitectura sustentable y el glamour de los momentos simples.
José Ignacio y Garzón logran reunir toda la sofisticación de Punta del Este y la pasión por lo agreste y natural de la costa Atlántica uruguaya. Ideal para viajes en pareja, Anastasio se une a la tendencia cada vez más popular de los beach clubs, con un predio que se asoma a las olas de la playa Brava y recorre la bahía hasta las rocas del Faro. Su locación estratégica con salida exclusiva a la playa es tan sólo uno de sus atractivos.
Para los que buscan una experiencia aún más completa, a tan sólo 7 kilómetros del hotel, recorriendo un paisaje que brilla con un espíritu tan peculiar como irresistible, se arriba al Paraje y Laguna Anastasio en plena Reserva de la Biosfera de Laguna Garzón. Aquí se puede disfrutar de deportes y experiencias únicas coordinadas por staff especializado y en pleno contacto con la naturaleza.
Muy cerca de la Laguna Garzón, donde hace poco Eduardo Costantini construyó el maravilloso puente circular que une Maldonado con Rocha, una de las fantásticas características que distingue a Anastasio es su arquitectura sustentable. En su interior se logra una incomparable sensación de confort gracias a la calidez y calidad de los materiales, empleados con técnicas sustentables que respetan el medio ambiente, y que crean una armonía entre el alojamiento y sus alrededores.
Anastasio Hotel & Beach Club cuenta con 24 suites, ubicadas en tres villas independientes.
Además el hotel ofrece una piscina climatizada e infinita que parece desbordarse en el horizonte; bar completo con terraza panorámica, jardines con zona de sombrillas y rincón de fuegos para noches inolvidables.
Entre las diferentes actividades recreativas y al aire libre se encuentran clases de yoga, kitesurf, surf & SUP, kayak, mountain bike, cabalgatas, fauna & birdwatching, y tantas otras alternativas que se pueden disfrutar en el corazón de San Ignacio.
Para una buena experiencia gastronómica, hay que visitar el parador más top y exclusivo de José Ignacio: La Huella, donde se pueden disfrutar de los mejores atardeceres del Este. Todo un ritual para los habitués. Se come el mejor sushi y carne asada, y ponen a disposición de los visitantes mantas tejidas a mano para repararse de la fría brisa de la noche de mar. De camino, entre José Ignacio y Garzón, quien desee saborear las delicias de Francia, nada mejor que visitar Espace Gourmand, la boulangerie y pâtisserie del cocinero Jean Paul Bondoux, para deleitarse con unos croissants o un pain au chocolat magnífico.
