El cuadro tarifario fue presentado por Aranguren, quien adelantó que sólo 20% de los usuarios se verá beneficiado con la tarifa social.
El resto, recibirá facturas con ajustes de hasta 500%. Expertos aprueban la medida pero advierten que recién en dos años se resolverán los problemas en el servicio
El gobierno anunció este viernes aumentos de hasta el 500% en las tarifas de luz de los usuarios de la Ciudad y el Gran Buenos Aires, que comenzarán a regir a partir del lunes.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, dio a conocer los detalles en una conferencia de prensa, en la que explicó el nuevo cuadro tarifario que apunta a generar un ahorro deu$s4.000 millones.
Según información oficial, a partir del nuevo esquema, los hogares con niveles de consumo bajo (83 KWh mensuales) que hasta ahora pagaba $14 por mes, deberán abonar el equivalente a $73.
En tanto, aquellos que registren un uso moderado del servicio (200 KWh por mes) y que antes pagaban $26, ahora recibirán boletas por $158, lo que representa una suba del 500%. En este grupo se encuentra el 80% de los usuarios.
Paralelamente, los clientes que habían dejado de recibir subsidios durante el kirchnerismo y estaban abonando cerca de $102 mensuales, también deberán enfrentar la tarifa plena del$158. En estos casos, el incremento será del 55%.
Para alentar un consumo más responsable, el Gobierno comunicó que los nuevos cuadros tarifarios traen «premio» para aquellos que consigan ahorrar:
• Si se reduce el uso de electricidad un 10% interanual, el usuario pagaría $128 ($30 menosque la tarifa plena)
• Si el ahorro es de un 20%, abonaría unos $106 (es decir, $52 menos).
En cuanto a la forma de pago, Aranguren señaló que «la lectura seguirá siendo bimensual pero el pago será mensual y las nuevas tarifas regirán hasta fines de abril».
Los beneficiarios de la tarifa social
Actualmente, el 80% de los usuarios residenciales de Edesur se veían beneficiados por lossubsidios.
Sin embargo, de ahora en más, solo un 20% de los 4,2 millones usuarios de la Ciudad y el Conurbano accederá a la tarifa social.
Dicha tarifa establece que por un consumo de 150 KwH por mes los beneficiarios sólo deberán abonar los costos fijos y la distribución.
Así, las familias que califiquen para la tarifa social terminarán pagando $14 por mes para un consumo de 83 KwH y $43 por un consumo de 201 KwH, impuestos incluidos.
El ministro reconoció que “una parte de la población no está en condiciones de hacer frente al nuevo esquema tarifario energético», de modo que que habrá sectores de la sociedad que quedarán excluidos de esta «recomposición».
¿Quiénes accederán a la tarifa social? Según informaron desde el Gobierno, se verán alcanzados:
• Beneficiarios de programas sociales
• Jubilados o pensionados que cobren menos de $8300, lo que representa el 85% del total del Sistema Previsional Argentino.
• Trabajadores que cobren $12.120 brutos o menos.
• Personas con discapacidad
• Inscriptos en el Monotributo Social
• Empleadas del servicio doméstico
• Personas que cobren Seguro de Desempleo.
El acceso a este subsidio no requiere de ningún trámite, sino que se aplicará de manera automática a los beneficiarios, que recibirán las boletas con esos valores preferenciales.
En tanto, «quienes sean propietarios de más de un inmueble, posean un vehículo de hasta 15 años de antigüedad o tengan aeronaves o embarcaciones de lujo, no podrán acceder a la tarifa social», confirmaron desde el Gobierno.
Un avance necesario pero «no suficiente»
En diálogo con iProfesional, el ex secretario de Energía de la Nación, Alieto Guadagni, celebró la medida tomada por el macrismo al considerar que se trataba de una de las grandes cuentas pendientes que dejó la administración K.
«Va a generar descontento y resistencia, es natural, porque va a repercutir en los bolsillos de los porteños y de los habitantes del Conurbano. Pero se está poniendo fin a la discriminaciónque sufría el interior. Es un paso adelante hacia la igualdad de tratamiento. Se hacía muy difícil explicar por qué un usuario de Córdoba tenía que pagar cuatro o cinco veces más que uno de Córdoba», apuntó el ex funcionario.
En tanto, Rodrigo Álvarez, economista y director de Analytica, afirmó que «se trata de una decisión que era muy esperada. Principalmente, porque permitirá ordenar los precios relativos y los costos de estos servicios en la Ciudad y el Gran Buenos Aires en relación con el resto del país, ya que se estaba subsidiando a muchos usuarios de altos ingresos».
Pese a este avance, Guadagni advirtió que el macrismo continúa aplicando un trato diferencial, dado que los beneficiarios de la tarifa social sólo serán los usuarios de Edenor yEdesur.
«Ese beneficio se tiene que hacer extensivo a todo el país. Si no, vamos a continuar discriminando a los hogares de menor poder adquistivo del interior. En una segunda etapa sería importante que el Gobierno avance hacia una tarifa social pero a nivel federal«, recalcó Guadagni.
En paralelo, el ex funcionario consideró «sensata» la decisión de Aranguren de prohibir tanto a Edenor como a Edesur la distribución de dividendos, a efectos de que orienten sus ganancias a mejorar el servicio.
Sin embargo, consideró que a partir de ahora será clave monitorear que «los mayores ingresos que pasarán a recibir las empresas se materialicen en nuevas inversiones».
En este contexto, Guadagni aseguró a este medio que no se deberán esperar soluciones mágicas y que los problemas en el suministro de energía difícilmente estén resueltos en los próximos doce meses: «Es un proceso que hay que pensarlo de aquí a dos años«, sentenció.
Impacto en la inflación
«Un incremento tarifario de importante magnitud afectaría el costo de vida, siendo a su vez capturado con mayor intensidad por el nuevo índice de referencia (IPCBA), ya que el mismo cubre el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, donde las tarifas se encuentran más atrasadas», señala el estudio.
Además, remarca que el traspaso al nivel general de precios justo «se hará sentir cuando comiencen a negociarse los primeros acuerdos salariales«.
Consultado sobre el impacto que la suba en el servicio eléctrico tendrá en el índice inflacionario, Álvarez apuntó que el nuevo cuadro tarifario «generará un incremento de unpunto en febrero».
Posteriormente, advirtió, «habrá que sumarle el impacto que tendrán los futuros aumentos en el gas y en otros rubros, por lo que consideramos que la inflación estimada por el Gobierno del 20% al 25% luce muy optimista».
«Desde la consultora estimamos que este indicador se ubicará entre el 30% y el 35% a lo largo de 2016″, consignó.
Frente a este escenario, desde el Banco Ciudad adelantaron que, con el objetivo deamortiguar el impacto entre los sectores másvulnerables, el Gobierno avanzará con otras medidas tributarias y fiscales, como «una reducción selectiva en el IVA a los productos de la canasta básica, la universalización de las AUH y el incremento en el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias».
Entre los beneficios, la entidad señaló que este «reacomodamiento tarifario» permitirá unaimportante reducción en el gasto público, «avanzando en la implementación del programa fiscal anunciado por el Ministerio de Economía, en el que se apunta a bajar el déficit primario a un 4,8% del PBI en 2016, valiéndose para ello, fundamentalmente, de un recorte en lossubsidios energéticos por 1,5 puntos«.
Críticas a la gestión K
Durante la conferencia, Aranguren afirmó que el objetivo de los cambios es «dar señales a la oferta para invertir y que no espere que el Estado la subidie para pagar sueldos».
El ministro, además, se guardó unos minutos para trazar un balance del sistema tarifario vigente durante el kirchnerismo, período durante el cual, aseguró, «se castigó a los que menos tienen y se discriminó a muchas provincias del país«.
Acompañado por Andrés Chambouleyron, subsecretario de Coordinación de Política Tarifaria, el titular de la cartera de Energía señaló que en los últimos años hubo una transferencia del Estado hacia los consumidores para mantener precio de energía.
Según el funcionario, los subsidios sumaron u$s51.000 millones, lo que equivale a «dos veces las reservas del BCRA», dijo Aranguren.
«Con ese total podríamos haber construido 31.000 jardines y haber financiado 5,5 millonesde asignaciones universales por hijo», sostuvo.
Como resultado de esta trasnferencia, afirmó Aranguren, fue que se produjo un aumento en la frecuencia de los cortes y un deterioro del servicio.