Solorza: Necesitamos una Revolucion Petroquímica Fueguina.

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Moises Solorza

Por: Moisés Solorza
La República Argentina terminó de definir su mapa político para los próximos 4 años dejando atrás una etapa neoliberal que llevó al país a una crisis económica y financiera sin precedentes. Mauricio Macri será recordado por haber dejado un endeudamiento externo monumental con organismos internacionales de créditos como el FMI (Fondo Monetario Internacional), y otros organismos importantes, además de una deuda interna muy delicada con respecto a la energía y los servicios públicos en todas las provincias, inflación, pobreza, desempleo, y un deterioro histórico del matriz productiva nacional con una capacidad oseosa de alrededor del 60% en Pymes y grandes industrias.

En este complicado contexto, para afrontar los compromisos de pago a organismos internacionales, debido al vencimiento de deuda externa adquirida por el macrismo, el nuevo gobierno de Alberto Fernández necesitará de un aceitado engranaje productivo en todo el país, coordinado estratégicamente con los gobernadores provinciales, haciendo especial énfasis en las posibilidades de exportación de productos argentinos al mundo para obtener dólares, no dependiendo exclusivamente del “campo” y focalizado específicamente en lo que yo denomino “La Revolución Petroquímica Argentina” a partir de un desarrollo intensivo de nuestros yacimientos productivos de Gas y Petróleo; pero por sobre todas las cosas, con el agregado de valor, generando empleo y desarrollando una mega industria a partir de nuestros recursos naturales.

¿Cuál será la estrategia nacional frente a un contexto mundial complejo, donde tres grandes potencias se disputan el nuevo orden mundial? ¿Cuáles son las oportunidades de negocios para la obtención de capitales extranjeros para desarrollar nuestras cuencas productoras como Vaca Muerta o la Cuenca Austral? ¿Quiénes serán nuestros aliados estratégicos para lograr el objetivo de la recuperación interna con saldos exportables? ¿Cuál será el rol de las provincias que poseen riquezas suficientes para colaborar con la recuperación económica que se necesita llevar adelante como cambio de modelo? ¿Cómo se insertará La provincia de Tierra del Fuego AeIAS en este escenario nacional e internacional, en un lugar geopolíticamente estratégico con un potencial inimaginable en materia energética?

Aquí, algunos de mis puntos de vista:
GNL (Gas Natural Licuado) – Cómo nos vamos a posicionar, en un MERCADO SOBREOFERTADO MUNDIAL: ¿Cuáles son las Posibilidades de Tierra del Fuego AEiAS en este escenario?
Lo primero que se debe proyectar y definir en el cortísimo plazo, a mi criterio, es la extensión del sub régimen industrial e impositivo de la Ley 19.640 para generar certidumbres y seguridad jurídica que reclaman sectores empresariales de grandes capitales petroleros del mundo. Ellos están dispuestos a invertir en la provincia más austral del país, pero necesitan “reglas claras”, es decir, dólar competitivo, plazos de inversión, recupero y posibilidades de ganancias razonables para destinar miles de millones de dólares en las “virtudes” que poseemos en el cono sur del país. Para ello, es necesario avanzar rápidamente en la ejecución del compromiso asumido por el nuevo presidente, Alberto Fernández, y el gobernador electo, Gustavo Melella.

Resuelto este compromiso, deberemos enfocarnos en lo que considero nos puede asegurar el éxito que necesitamos los argentinos y, específicamente los fueguinos, que tanto esperamos una alianza estratégica de cooperación energética con China, para poder asegurarnos un mercado que necesita del GNL para su crecimiento y desarrollo, generando oportunidades increíbles de cooperación tecnológica para no depender de los Estados Unidos y del FMI.

Esta alianza estratégica, a mi criterio, tiene una lógica bastante razonable, en una nota publicada por Goldman Sachs (El Grupo Goldman Sachs o The Goldman Sachs Group, Inc. es uno de los grupos de banca de inversión y de valores más grande del mundo, fundado en 1869) advierte que “el mercado estará sobre ofertado por los próximos 12 meses”. Me aventuro a decir que será aún mayor, ya que no hemos visto el potencial exportador de EEUU en pleno. En los próximos 4 años se incorporarán 14 plantas de exportación de GNL a las 7 existentes, lo que significa que nuestro GNL tendrá menos posibilidades de entrar al consumo norteamericano y, por lo tanto, debemos buscar nuevos mercados de consumo para competir. Ese potencial exportador, implica que la producción de GNL (solo americano) pasará de 33/Mmtpa a 91.9/Mmtpa. Además, debemos considerar que la demanda no acompaña ese crecimiento de producción de GNL, sumando a este escenario el avance de las energías renovables y cambio climático.
Otro punto clave para tener en cuenta, es la producción de Qatar, Australia y Malasia que al igual que Estados Unidos, se encuentran geográficamente mejor ubicados en relación a la demanda (Asia y Europa), es decir, el costo de transporte es inferior.
Cuando desde TDF planteamos que la demanda a cubrir es la local y regional, con especial impulso de sectores industriales es porque, además de creer centralmente en un país industrializado, observo que la incorporación al mercado no es sencilla. Pocos se pregunta por qué en el mundo las plantas de licuefacción son financiadas por los privados. En la República Argentina, necesitamos una centralidad estratégica de nuestra empresa de bandera, que se ponga el foco en la revolución petroquímica, incorporar ese capex (capacidad extranjera) con China al flujo de caja del proyecto energético nacional, que hoy “no le cierra” ni a YPF, ni a ninguna productora.

Además, en este contexto de precios de GNL (producto de la sobre oferta) en caída libre será difícil encontrar un offtaker (comprador del gas) que firme contrato por 20 años como bien sueñan nuestros productores, y que ese contrato amerite la construcción y financiación de las plantas de licuefacción que necesitamos instalar en Tierra del Fuego AeIAS. De este modo nos sumaremos al desarrollo local y nacional, explotando efectivamente la cuenca gasífera por excelencia como lo es la Cuenca Austral.

Las alternativas que deberemos analizar para que se adapten a la realidad fueguina, será otra cuestión importante, pero se puede decir que una de ellas es la posibilidad de la exportación de GNL mediante FLNG (unidades de licuefacción flotantes) en periodos estivales argentinos, donde la demanda en el hemisferio norte aumenta. Pero no será posible hacerlo, sin este tipo de alianzas a largo plazo de exportación masiva que justifique inversión para la construcción de la planta de GNL en tierra con mano de obra fueguina.
De lo contrario no podremos sobrevivir a un mercado mundial sobre ofertado y para ello es imprescindible tener una compañía energética completamente integrada, que produzca y que sean “dueñas de la licuefacción” con la posibilidad de compra de un buque metanero (también limitados) y de las plantas de regasificación en destino de manera mixta con nuestros compradores. De lo contrario, nos dirigimos a ser exportador netos a Chile de nuestro gas y petróleo , dejando claramente de lado el enorme desafío que está en colocar la oferta local de gas para garantizar la monetización del hidrocarburo al productor y no desalentar las inversiones en gas, generando riquezas en dólares producto del agregado de valor en origen.

La posibilidad, como dije al principio, es un acuerdo energético país-país con China. Aprovechar la guerra comercial y asegurar esa venta masiva de la que tanto se habla. Aun así, la negociación del precio sería compleja pero no imposible, posicionando a nuestra provincia a la vanguardia de las “revoluciones petroquímicas” proyectándonos al futuro con un objetivo superador a todo lo conocido y tener una actitud que nos permita salir de la pasividad que existió hasta ahora en términos institucionales por parte del estado provincial en materia energética. Para ello, necesitamos Energía Fueguina a costos fueguinos, con mano de obra fueguina para el desarrollo fueguino y el engrandecimiento de la Patria.

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