Luego de años de la construcción de la nueva estación espacial china, que involucra al gobierno de ese país, a la provincia de Neuquén y a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), la imponente obra ya está terminada. Además, recibirá señales desde los 380.000 kilómetros de distancia que separan a la Tierra de la Luna.
“Estamos desmovilizando porque está prácticamente lista. Estamos en fase de terminación total y entregamos la obra”, aseguró Sergio Zingman durante una recorrida a la obra ubicada en el paraje Quintuco, en inmediaciones de la localidad neuquina de Las Lajas.
Solo falta que la Encom apruebe el uso de las frecuencias designadas y que China determine el “Día D” del lanzamiento al espacio desde Asia de la sonda lunar Chang e-5, cuando se estrenará formalmente la antena ubicada en plena Patagonia argentina.
Los trabajos de la estación espacial china comenzaron en 2013 y consistieron en la construcción de un edificio para instalar una antena de 35 metros de diámetro que pesa 450 toneladas para establecer las conexiones con el espacio profundo. Además de oficinas, en el predio hay viviendas para los científicos, un comedor y hasta un gimnasio para las actividades recreativas y físicas de quienes allí trabajan. Todo el proyecto tuvo un presupuesto de 50 millones de dólares.
La estación
Los locales ya pueden hacer uso de la estación. Carteles bilingües, un comedor, un gimnasio, una mesa de ping pong, y hasta una cancha de básquet es lo que hay hoy en el predio, que consta de cuatro edificios. Además ya está asi terminado un hotel para albergar a las 30 ó 40 personas que permanezcan las semanas que perduren las misiones programadas, y luego al equipo permanente del gigante asiático, que no supera las 10 personas.
Una sala está destinada a museo, en el que resaltan la búsqueda de China en la conquista del espacio y las relaciones bilaterales con la Argentina. Una gigantografía muestra el apretón de manos entre los presidentes Mauricio Macri y Xi Jin-ping, cuando en 2016 reconfirmaron que la estación será para “fines pacíficos”. También están las réplicas de los satélites y de los cohetes enviados al espacio por China, y del ArSat 1 argentino, de cuyos servicios se valen los chinos.
