Llegamos a nuestro baño o cocina y nos damos cuenta de que ya no es el espacio nuevo y bonito que un día fue. Los azulejos nos parecen amarillentos, sosos y tenemos la impresión de que están siempre sucios o afeados. Nos gustaría poder tener el dinero suficiente para renovar estos espacios por completo. Seguro que más de una persona se identifica con esos momentos en los que nos apetecería dar un toque innovador a nuestro baño o cocina. Ahora es más sencillo que nunca con la técnica de pintado de azulejos con esmaltes sintéticos. Te enseñamos cómo pintar los azulejos y dar un aspecto de nuevo a tu cocina o baño sin necesidad de reforma o ningún tipo de obra.
Los azulejos suelen ser uno de los elementos más desagradecidos de la cocina o los baños. En las primeras, suelen estar siempre impregnadas de grasa y en las segundas de jabones o cal. Sin embargo, si lo que quieres es un “lavado de cara” y un cambio de imagen radical, con poco dinero y esfuerzo lo podrás conseguir.
Está claro que con el paso del tiempo, los azulejos tienden a deteriorarse, pero ahora ya no es necesario cambiarlos por completo como hacíamos antiguamente, sino utilizar una técnica mucho más sencilla con las que nos ahorraremos una gran suma de dinero: pintarlos con pintura especial, a base de esmaltes sintéticos. ¿Qué necesitamos? Sólo una brocha (o rodillo) y pintura especial.
Este tipo de pintura la encontramos en las tiendas de bricolaje de todos los colores, en brillo, mate y satinado. Te recomendamos el mate, sobre todo porque, al no ser nosotros pintores profesionales, puede haber pequeñas imperfecciones que con el mate no se notarán. Los esmaltes sintéticos son pinturas muy durables, resistentes a la humedad, dan un resultado brillante porque están hechos de aceite y se secan muy rápido. Otras opciones son los acrílicos o aquellos esmaltes a base de agua.
Dónde y cómo adquirirlos
En cualquier tienda de bricolaje podrás dar con ellos. Por ejemplo, en Leroy Merlín los tienes por unos 25-30 euros el litro. Desde su página web podrás ver sus características (lacado, metalizado, brillante…), y tienes disponibles muchísimos colores para azulejos de interior, desde el berenjena, hasta el azul cielo, gris ártico, color mandarina, pizarra, bizcocho… No olvides que si tu cocina o baño son pequeños, mejor apostar por colores suaves y claros para dar amplitud y luminosidad, aunque también puedes dar algún toque de un color vivo.
Elegir el diseño
Si tus azulejos son blancos o de un color “soso”, quizá es el momento para darlos un poco de alegría y vitalidad. Como un verde pistacho, un azul, un morado… elige el color que más te gusta y visualízalo en tu baño o cocina. También puedes simplemente pintarlos de blanco para renovarlos, pero el efecto será menor. Otra opción es combinar colores en cada azulejo; por ejemplo, sobre una base blanca, pintar algunos azulejos de verde oliva; o combinar dos colores tipo tablero de ajedrez. Pon en marcha tu faceta más creativa y ten claro qué tipo de aspecto renovado quieres dar a tu baño o cocina.
¡Manos a la obra!
En primer lugar, retira los muebles necesarios para pintar a sus anchas y evitando siempre que no se manchen. Los muebles complicados de retirar (como una cocina, por ejemplo), puedes preservarlos de pintura simplemente cubriéndolos con cinta de carrocero en los ángulos, así si se te “va la mano” no acabarán pintándose. También puedes protegerlos con plásticos o similar. Instala papeles de periódico o plásticos en el suelo para evitar mancharlo. Recuerda que muchos de estos productos nos servirán, igualmente, para renovar el suelo de azulejos y dar aún un aspecto más nuevo a nuestras estancias.
Recuerda que los azulejos deben estar muy limpios antes de ponernos a pintar, así como las juntas. De lo contrario, el efecto no será bueno. Déjalos secar convenientemente, evitando que queden restos de pelusa o similares de los trapos, antes de ponernos a pintar.
Dependiendo el tipo de pintura que elijas o incluso el color, el fabricante te indicará en las instrucciones cómo debes aplicarlo (el tiempo de secado, el número de capas, cómo diluirlo…). Los esmaltes a base de aceite necesitan disolverse en aguarrás y los a base de agua simplemente en agua. Las instrucciones son sencillísimas de seguir y todo el mundo puede hacerlo. Si vas a pintar amplias superficies del mismo color, usa un rodillo. Si te animas a probar con más colores o la superficie es pequeña, con una brocha bastará. No hacen falta instrucciones especiales ni capas de imprimación. Ventila bien tu baño o cocina durante el proceso para que no huela a pintura y se seque antes.
Recuerda que puede haber esmaltes específicos para cada superficie. No es igual pintar un azulejo de grés o cerámica que un mueble (por ejemplo, una puerta del muebles de la cocina) o una mesa de madera.
Los esmaltes sintéticos (algunos de ellos son válidos tanto para muebles como para azulejos) se limpian fácilmente, dan un resultado muy profesional (mejor en mate), aunque nunca hayas pintado nada antes, y aguantan muy bien la humedad (necesario en el caso de los baños) Antes de lavarlos por primera vez después de ser pintados, deja pasar el tiempo necesario, el indicado en las instrucciones. Además, otra de las ventajas de estos esmaltes es que puedes poner sobre ellos stickers. Esto será útil si quieres pintar cenefas o dibujos sobre los azulejos de la cocina.
