En un partidazo inolvidable, River le ganó a Rosario Central y es campeón de la Copa Argentina

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En un partidazo inolvidable en el Mario Alberto Kempes, el equipo de Gallardo derrotó con más corazón que fútbol a los rosarinos 4 a 3 (tres de Alario y uno de Alonso), que se quedaron sin su goleador Marco Ruben -hizo dos tantos, el otro fue de Musto-, por expulsión a ocho minutos del final. Así, el ‘Millonario’ se quedó con la Copa Argentina y el cupo para la próxima Copa Libertadores.

Con más corazón que fútbol y por la apuesta arriesgada de Marcelo Gallardo cuando estaba en desventaja, River derrotó con más corazón que fútbol a Rosario Central por 4 a 3 en un partidazo inolvidable en el Mario Alberto Kempes de Córdoba.

 

Así, el ‘Millonario’ se quedó con la Copa Argentina 2016 y el cupo para la próxima Copa Libertadores, su gran objetivo del año, tal reconoció Gallardo tras el partidazo inolvidable. 

En una noche cargada de tensión, polémicas y nervio escénico -de la cancha como escenario-, los dos equipos jugaron de manera vertical, sin medir riesgos casi y el trámite y el resultado lo evidencian. 

Y más se acentuó con los cambios del DT de River, cuando perdía 3 a 2. El cronista utilizó en Twitter la frase “Gallardo es un kamikaze hermoso”. Es que en desventaja otra vez y su arquero en la cuerda floja, arriesgó a todo… ¡o todo!

Sin variar el sistema, volvió a sacar a D’Alessandro -también a Martínez- por Iván Alonso y Alario. Así, jugó con dos torres en el área y Driussi se retrasó. Entonces, los nombres de la mitad de cancha hacia arriba, delante de Ponzio eran (de derecha a izquierda), Nacho Fernández, Driussi y Mora; y arriba Alario y Alonso. 

Y en la primera acción, las modificaciones dieron resultado: Alonso le bajó la pelota a Alario para el empate. 

Y en la siguiente, Alario le bajó de cabeza la pelota a Iván Alonso, de un ingreso clave.

Hasta el final, River lo aguantó con esos nombres, pese a que Coudet arriesgó igual al jugar con tres nueve al hacer ingresar a Herrera. Y para colmo se lesionó Ponzio, por lo que no había opción para poner una rueda de auxilio. 

El que le dio una mano fue Marco Ruben, que vio la roja por codazo al pibe Martínez Quarta a 8 minutos del final. Alario estrelló el travesaño, Alonso pateó otra vez, River la tuvo pero Central dispuso de una acción en el área que esta vez aunque en dos tiempos, Batalla sí pudo retener. 

Y llegó el pitazo final, la victoria épica e inolvidable por cómo se dio, tras una semana difícil con derrota en casa ante Boca. River cumplió objetivo: Copa y pasaje a otra Copa. Gallardo lo hizo. 

 

 

Antes del milagro hubo un partido
Que empezó con polémicas, por los penales que Loustau le cobró a River, por la igualdad de Central y el golazo de Ruben con el que el equipo de Coudet dio vuelta el trámite que ganaba River 1 a 0 desde los 10 minutos.

El primer tiempo fue cambiante aunque Central dio una muestra de carácter al revertir el resultado, pero el Millonario también, al no hundirse pese a los dos cachetazos. 

En el comienzo del segundo tiempo, un complemento algo tibio en relación a los primeros 45 minutos, no pasaba mucho hasta que Batalla se mandó otra macana al dejar servido un rebote a los pies de Marco Ruben. 

A partir de allí, River no parecía tener el camino, así como estaba parado en cancha y con esos nombres. Y lo dicho: Gallardo -ese kamikaze hermoso que tanto le dio al Millonario-, metió mano a su banco de suplentes, tiró al tacho el pizarrón y se la jugó entero. 

Y sus hombres le respondieron en al cancha, sobre todo Alonso, hombre clave para la remontada, épica, inolvidable, que dio bonus: Copa Argentina y Libertadores 2017. 

 

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