Mercado Libre busca perpetuar la brutal precarizacion laboral de sus empleados

El dueño de la empresa más millonaria está en “guerra” con la Asociación Bancaria, que lo denuncia por “fraude laboral”. Breve historia antisindical de Galperín y sus propuestas para precarizar a la juventud.

485

Mercado Libre tiene un récord. En los últimos años se convirtió en la empresa “argentina” más valiosa del mundo: US$ 29.000 millones. Cinco veces más que YPF, para tener una idea. Las comillas son porque en realidad ML no tiene “patria”. Sus capitales y su estructura están totalmente globalizados.

Mercado Libre tiene otro récord: sus 7.500 empleados no tienen delegados. Ni uno.

Su dueño, Marcos Galperín, ha construido durante más de 20 años el mito del “emprendedor”. El joven que gracias a su iniciativa y sus méritos se abre paso con éxito en un mundo lleno de obstáculos. Emocionante.

Pero la disputa desatada en los últimos días con el sindicato bancario permiten conocer cuáles son las “claves del éxito”.

Libre de delegados
Este fin de semana, la Asociación Bancaria sacó un comunicado donde denunció que “hay violencia laboral en Mercado Pago, comenzando por la violencia del fraude que supone negarles las condiciones de nuestro Convenio Colectivo a sus trabajadores, imponiéndoles salarios y otras condiciones laborales que las que corresponden”. Además Sergio Palazzo, jefe el sindicato, dijo que “si hace falta, nos vamos a movilizar a Mercado Libre y a todas las empresas que sea necesario”.

Galperín, que le sobra prensa desde los grandes medios, no tardó en responder. “Repudiamos el camino de la violencia verbal y las amenazas que dificultan el desarrollo de la industria en el país”.

La verdad es que no es la primera reacción antisindical de Galperín. En el invierno de 2011 se desató un conflicto en la sede de Costa Salguero. La empresa despidió a Elina Escudero y otros trabajadores que se habían presentado para conformar la primera comisión interna en la historia de Mercado Libre. La empresa tenía a la mitad de sus trabajadores en el convenio de Empleados de Comercio, pero no quería aceptar ni la elección gremial ni tampoco el aumento pactado por el gremio. Hasta la justicia laboral llegó a ordenar la reincorporación de las y los despedidos.

En esos días, una de las activistas contó que le reconocieron en el gremio que Armando Cavalieri había arreglado con la empresa el pago de 900 mil pesos en “afiliaciones adeudadas” para calmar los ánimos. Comercio los “dejó en banda” y Galperín se salió con las suyas.

Ocho años después, Mercado sigue Libre de delegados. Es que la filosofía del rey de los emprendedores es simple: “cinco empleados son cinco problemas”.

En marzo de este año el conflicto fue con Camioneros. Los Moyano reclamaron el encuadre de quienes realizarían las tareas en el nuevo centro logístico de la empresa en el Mercado Central. Pero Galperín se negó y llegó a un acuerdo con el Sindicato de Carga y Descarga para encuadrar a 80 jóvenes de entre 20 y 23 años, la mitad varones y la mitad mujeres. “Queremos bajar el tiempo de entrega a 48 horas, como Brasil y México” dijo ML para promocionar su lanzamiento. ¿Te imaginás quienes van a sudar para “bajar los tiempos de entrega”, no?

Finalmente la sangre no llegó al río. Hay quienes dicen que más que por los derechos laborales de las y los jóvenes, los Moyano están cruzados con Galperín por su intento de avanzar sobre servicios que ofrecen Oca y Andreani.

Así llegamos al actual conflicto con la Bancaria.

Plataformas de precarización
Mercado Libre es parte de lo que algunos llaman “capitalismo de plataformas”, igual que las famosas Rappi y Glovo. Como dice la periodista Natalia Zuazo, “las plataformas online son las fábricas de la era de las redes y las empresas con mayor valor del mundo. Apple, Facebook, Google, Amazon, Mercado Libre conectan a consumidores y productores para intercambiar bienes, servicios y trabajo, a cambio de una ganancia. Al hacerlo, crean mercados con sistemas de pagos, tecnologías y hasta sistemas de reparto que trabajan para ellas. El valor de las compañías no reside en el software, sino en las redes de usuarios y los datos”.

Galperín ha logrado montar un modelo de negocios que imita en parte al Amazon de Jeff Bezos. Aprovechan las nuevas tecnologías para crear un sistema de comercio y distribución continental, que se valoriza por la cantidad de datos que manejan de millones de usuarios. Pero además, de una precarización brutal de sus trabajadores y trabajadoras. Las huelgas en Amazon en los últimos años han desnudado las condiciones en que trabajan cientos de miles, sobre todo de mujeres y jóvenes.

Lejos del verso del emprendurismo y el liberalismo, Mercado Libre y las empresas “Fintech” reciben de parte del Estado exenciones impositivas, evitan contribuciones a la seguridad social, hay leyes que los favorecen y siempre consiguen otros beneficios.

¿Un modelo macrista?
Galperín es presentado como el modelo de empresario macrista. Hay algo de cierto. Macri fue quien reivindicó su ejemplo: “Mercado Libre es la revolución del abastecimiento y la logística, la reducción de costos”. También fue el que prometió “un país de 40 millones de emprendedores”. Capaz se refería a los millones que hoy hacen changas para sobrevivir.

El hombre devolvió las gentilezas mostrándose como líder del empresariado ligado al gobierno y apoyando las reformas impulsadas por el gobierno. Hoy sigue su campaña “por una reforma laboral como en Brasil”, con la que se aumentó la tercerización y flexibilidad en ese país. Según Galperín el modelo laboral argentino “atrasa 100 años”. Su última genialidad fue impulsar un grupo de whatsapp del “círculo rojo” que este fin de semana lanzó una campaña contra los paros aeronáuticos.

El secretario de Trabajo Lucas Aparicio salió a rechazar el reclamo de la Bancaria. Por eso también, desde algunos medios intentan mostrarlo como una disputa entre un “empresario macrista” y el “sindicalismo kirchnerista”.

Lo cierto es que hace 20 años Mercado está Libre de delegados y delegadas. Durante todo ese tiempo gozó además de los beneficios que contábamos. Ni cuando todos los sindicatos eran oficialistas en 2003-2015, ni ahora que muchos son opositores, pelearon por los derechos de esos 7500 jóvenes.

Si Palazzo cumple con la amenaza de “movilizar a Mercado Libre y a todas las empresas que sea necesario”, podría despertar el apoyo de otras organizaciones y no habría ningún “emprendurismo” que pudiera detener el reclamo. Si no, quedará en una pelea “virtual” (y electoral) mientras los pibes se “queman” en las oficinas y desloman en los depósitos.

Comentarios
Compartir