Más de 150.000 empleos en peligro, el drama de la vitivinicultura en Mendoza
Más de 150.000 mendocinos ven peligrar sus trabajos por la crisis que vive desde hace casi dos años la vitivinicultura, la más importante de las actividades agrícolas que se desarrollan en la provincia.
Es por esto que además, 20% de las fincas en el territorio mendocino están abandonadas, por la simple razón de que es más caro ponerlas a producir que el eventual rédito económico que se les podrían sacar.
Estos dos datos son los que destacan dos referentes de la actividad vitivinícola mendocina: Caros Ianizzotto, titular de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas y representante local de Coninagro, y Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco.
“Los próximos meses serán de una agonía larga y dura”, afirmó Ianizzotto, quien a su vez agregó que “el Gobierno nacional olvidó el campo, desplazó la ruralidad”. En ese sentido, apuntó también a la gestión provincial de Paco Pérez por no haber tomado las medidas suficientes para evitar el sobre stock de vino que hoy tienen en jaque a buena parte de los medianos y pequeños productores.
Se trata de nada menos que 300 litros de vino que las bodegas elaboraron (las más grandes a propósito, según el productor, para hacer caer el precio de la uva, lo que sucedió) y que se han convertido en la pesadilla de los viñateros. Más allá de algunas medidas puntuales del Gobierno nacional a instancia de Pérez (como el facilitar la exportación de 30 milones de litros), el excedente sigue pasando factura a los pequeños trabajadores de la tierra en Mendoza. La realidad es que ni la Provincia ni el Instituto Nacional de Vitivinicultura, INV, previeron que las cosechas récord de hace dos años derivarían en este tipo de problemas, porque en ese momento el mercado internacional se mostraba dinámico y demandante de vino.
Esa cuyuntura cambió, y con la ayuda de las grandes bodegas, que stokearon vino para responder a esa demanda que luego se cayó, generaron la crisis actual. A todo el cocktel hay que agregarle el aumento de los costos internos.
A su vez, Ianizzotto, exigió al Gobierno provincial que “sancione a los ‘trasladistas’ que no enviaron 150 millones de litros de vino para hacer mosto como lo indica el acuerdo entre Mendoza y San Juan”. El convenio al que se refire Ianizzotto, sue suscripto hace dos meses entre ambas provincias, y estipulaba que ese vino debería ser enviado para ser destilado. Pero eso nunca sucedió, y los bodegueros deberían pagar multas que equivalen a un peso por cada kilo de uva que recibieron para elaborar. “Hoy le deben al Estado varias decenas de millones de pesos”, indicó Ianizzotto.
Respecto al peligro que corren los puestos de trabajo, el ruralista indicó que “no va a existir una explosión de falta de trabajo sino que se perderán poco a poco, gota a gota, lo mismo pasará con las bodegas, y esto repercutirá en la economía de todos los mendocinos”.
Asimismo, inicó que “los números no dan ni para el productor ni para las pequeñas bodegas, los únicos que pueden aguantar la crisis son los mega emprendimientos que hicieron sus inversiones en el Valle de Uco y profundizaron la concentración económica, que es el modelo que se impone”.
Por su parte, Leiva, afirmó que “el productor primario de Mendoza está fundido”, agregando que “la situación es difícil porque los que se van no tienen qué decirnos y los que vienen no saben qué hacer, estamos complicados y queremos fijar una agencia de acción pero esta transición está siendo muy larga”, en relación a los casi seis meses que pasarán desde las elecciones provinciales que definieron a Alfredo Cornejo (UCR) como gobernador electo, e 21 de junio, y la toma del poder, el 9 de diciembe.
Asimismo, indicó que “podemos cortar una ruta o hacer protestas, pero esto no trae ninguna solución. Es espantoso lo que está pasando con la producción agropecuaria de Mendoza. Estamos perdiendo productores, perdiendo movimiento económico y muchas pymes están dejando de funcionar y se está dando una concentración económica”.
Como posibles medidas para mejorar la situación, Leiva enumeró las sigueintes: “Hay que debatir las cargas sociales, la presión impositiva, cómo financiamos a la producción y se repone el capital de trabajo. Y lo más importante: cómo hacemos competitiva a la producción sino quieren tocar el dólar”.
En esa línea, pidió subsidiar la actividad, contraponéndola a otros planes de Gobierno nacional: “Se subsidia al futbol, se subsidia al transporte pero no se subsidia a la producción. Aquí hay que bajar los costos para poder competir. Hay que sacarle la presión impositiva al producto, mucho más si es perecedero”.
Desde el Gobierno provincial, se enumeran medidas que son calificadas por los productores como meros palearitos, al tiempo que la caída de la demanda en Brasil ha pegado duro en los pequeños y medianos productores y bodegueros mendocinos.
Al mismo tiempo, este lunes se dio a conocer una línea de crédito específica de Banco Nación, de hasta 100.000 pesos a 5 años con una tasa anual de 12,5%. El destino es para inversión en finca, es decir reconversión y/o renovación de viñedos; renovación de maquinarias e implementos; instalaciónd e sistemas de defensa contra accidentes climáticos, o sistematización de riego.