Indirectamente, el fiscal federal Guillermo Marijuán le propuso a Leandro Báez, uno de los hijos del empresario kirchnerista detenido, que formule una declaración “espontánea” y que sea “colaborador” en la investigación.
El ofrecimiento es una invitación virtual a que el joven se convierte en un nuevo “arrepentido” en el marco de la causa por lavado de dinero. Su situación, si acepta la propuesta, sería similar a la del financista Leonardo Fariña, quien reveló supuesto entramado de operaciones ilegales que fortalecieron las sospechas sobre Lázaro Báez.
Marijuán formuló la propuesta al firmar el dictamen en el que aconsejó rechazar la recusación que Leandro Báez formuló contra el juez Sebastián Casanello, a quien reprochó que avance contra su padre y no extienda la investigación hacia otros presuntos involucrados de mayor jerarquía en el anterior gobierno.
El fiscal replicó la actitud “quejosa” de Leandro Báez, quien cuestionó que “la investigación no avanza respecto de personas y/o ex funcionario públicos, descargándose toda la responsabilidad, según su punto de vista, en su padre y grupo familiar”.
Al mismo tiempo, le recordó al hijo de Báez “que se encuentran plenamente vigentes para que se extienda en su versión, los artículos 73 y 279 del Código Procesal Penal”, una suerte de “declaración espontánea” en términos del antiguo Código y que ofrece esa posibilidad de presentar un escrito de descargo sin necesidad de comparecer personalmente a los imputados en una causa sobre quienes aún no se haya ordenado una indagatoria.
Ese es el caso de Leandro Báez, a quien Marijuán incluyó en la investigación, el juez Casanello no lo llamó a indagatoria, pero se presentó con abogados para recusar al juez, con lo que virtualmente asumió su condición de “imputado”.
Además, Marijuán le recordó que está vigente “la figura de colaborador en los términos de la Ley de Blanqueo de Capitales”, uno de los delitos por los que hoy está preso su padre.
