El poderoso jefe de Gabinete extiende su liderazgo e influencia a todos los rincones. En las últimas semanas, el funcionario ubicó gente de su confianza en puestos claves
Las inclemencias del clima le impidieron viajar en estos días, como hubiera querido, a conocer la Antártida, porque no había garantías de poder regresar “en tiempo y forma” a Buenos Aires.
Nadie sabe qué habría pasado si Marcos Peña, el “hombre más importante” del gobierno de Mauricio Macri -dicho esto por el propio Presidente esta semana-, se hubiera quedado varado en la Base Marambio, sin fecha cierta de regreso.
Afincado en tierra firme, el poderoso jefe de Gabinete extiende su liderazgo e influencia a todos los rincones del Gobierno, dato corroborado por las últimas designaciones y movimientos en la administración, y también por los propios ministros, que con dosis similares de admiración y temor reverencial consultan con él los pasos importantes vinculados a la gestión.
A él le siguieron designaciones claves, como la de Leandro Cuccioli en la AFIP, en reemplazo de Alberto Abad, y la férrea decisión de sostener a ministros cuestionados como Jorge Triaca y Luis Caputo, además del fuerte y decidido impulso a la “política feminista” (con debate sobre el aborto incluido) que el Presidente anunció el 1° de marzo, del que no tuvieron anticipo otros integrantes notables de la mesa chica de Pro, como María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta.
A otra escala, las designaciones de incondicionales como Lucía Aboud en la secretaría que vincula al Congreso con el Poder Ejecutivo, la de Francisco Quintana como vicepresidente de la Legislatura porteña y la de uno de sus secretarios, Juan Manuel Fernández, en la vicepresidencia del grupo de “macristas de paladar amarillo” La Generación, son vistas por ministros, legisladores y voceros como muestras de un poder que se extiende más allá de la Casa Rosada y que muchas veces queda a la vista.
Según detalla el diario La Nación, así se refleja en las cada vez más encendidas defensas de la gestión que Peña hace en sus informes periódicos ante el Congreso y los medios de comunicación.
“Hay una realidad. Es el jefe de Gabinete más fuerte de la historia”, definen en un despacho importante con sinceridad y algo de recelo.