Los últimos días de Úrsula, la joven asesinada por su ex: “Tengo miedo, me tiene amenazada de muerte”

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Úrsula Bahilló fue asesinada a puñaladas por su ex pese a denunciarlo varias veces por violencia de género y que pesara sobre el asesino una orden de restricción. Una amiga de la joven reveló el calvario que venía sufriendo por las agresiones de su ex, un policía con licencia psiquiátrica.

El femicidio de Úrsula Bahilló, la joven asesinada a puñaladas por su ex novio en la localidad bonaerense de Rojas, originó una pueblada en esa ciudad y con el correr de las horas varias amigas de la joven que había denunciado por violencia de género en reiteradas oportunidades a su asesino, dieron a conocer cómo fueron los últimos días de la víctima.

El acusado de la muerte de Úrsula Bahilló es Matías Ezequiel Martínez, un policía de 25 años que se encontraba de licencia psiquiátrica y que ya no era la pareja de la joven. Además, en los primeros días de febrero había sido recibido una orden de restricción, pero hizo caso omiso y terminó matando a la muchacha con un cuchillo.

Una de las amigas de Úrsula publicó en las redes sociales algunos mensajes que intercambió con la joven, donde le confiesa que estaba con miedo ya que Martínez la tenía amenazada de muerte. “Úrsula avisó, fuimos a hacer la declaración y les chupó un huevo. Nos dieron un papel de mierda y nada más y hoy mi amiga está muerta. Ojalá se haga justicia por ella y por todas”, tuiteó @MiliiAlmiron.

La misma amiga le preguntó a Úrsula Bahilló si era víctima de violencia de género, hasta que la joven le confesó por la tortura que estaba pasando. “Sí, amiga. Siete meses me pegó. Me callé siempre. Hasta que me vi muerta. Por eso lo denuncié”.

Otra conversación del 19 de noviembre entre Úrsula Bahilló y su amiga dejó en evidencia una nueva golpiza por parte de Martínez. “Estoy temblando. No me respondas nada de lo que te digo. Me re cagó a palos mal. Y esta vez fue muy posta”, escribió la joven que fue apuñalada.

“Pasamos por una calle donde él está trabajando de albañil con el tío y había al lado dos minas. Una me miró y dijo: ¿Qué mira la cornuda?”, relató en su momento Úrsula. “Empecé a putearlo mal y se armó alto quilombo. Me cagó a palos mal”, le contó a su amiga la joven que hoy no está entre nosotros y cuyo asesinato puso una vez más a los femicidios como tema nacional.

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