Los síntomas que te avisan de que tu tiroides está fallando

Cansancio extremo, apatía, cambios de peso... son síntomas que pueden tener su origen en los problemas de la tiroides.

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¿Te sientes siempre cansada?

El cansancio excesivo y sin motivo aparente es la luz roja que debe avisarte de que, posiblemente, sufras hipotiroidismo.

  • A veces puede confundirse con fatiga crónica o fibrobromialgia, pero ante la duda acude al médico y solicita una analítica para comprobar si los niveles de hormonas tiroideas son normales.
  • Si están por debajo, el metabolismo muscular falla, y eso quiere decir que tus músculos no toman o no asimilan el alimento necesario de la sangre, por eso te notas cansada.

¿Sientes apatía y desinterés por todo?

En la fase inicial del hipotiroidismo el síntoma más habitual es el cansancio porque a tus músculos no les llega o no asimilan el alimento que necesitan…

  • Pero cuando la enfermedad avanza queda afectado también el sistema nervioso central, por eso puedes notarte desganada, apática y depresiva.
  • Y conforme avanza el trastorno adviertes que baja el rendimiento intelectual y la capacidad de aprendizaje.

¿Estás muy irritable?

Si en el hipotiroidismo el cansancio es la primera señal de alarma, en el hipertiroidismo es la sobreexcitación.

  • No suele despertar sospechas porque te sientes muy activa.
  • Pero los que te rodean advierten que estás más “sensible” de lo normal, que te afectan cosas que antes no te importaban, que enseguida se te saltan las lágrimas o tienes ganas de llorar por nada.

¿Tienes calambres y te notas torpe?

Es una consecuencia más de que tus músculos, al faltarles hormonas tiroideas, no rinden bien. Por eso estás más torpe

  • También sufres más contracturas musculares (afectan sobre todo a la zona cervical, pero pueden notarse en otros puntos de la columna), calambres y contracciones fibrilares (como si el músculo temblara por dentro) que no duelen pero son molestos.

¿Notas la piel más envejecida?

El hipotiroidismo ralentiza el funcionamiento de todos los órganos y la piel no queda al margen.

  • La dermis está mal nutrida porque la sangre le llega con dificultad, con lo que la piel pierde frescura, es más gruesa, se descama…
  • También te notas más hinchada (eso también afecta a las piernas), con menos brillo en los ojos…
  • Además, tu rostro tiene un tono “pajizo”, como de mala cara, que es diferente a la palidez de la anemia.

¿Tienes el pelo y las uñas más débiles?

Si hay problemas en la dermis, la raíz del pelo (que se encuentra en esta capa profunda de la piel) está mal irrigada.

  • Por eso en la fase inicial del hipotiroidismo puedes notar el cabello más seco y quebradizo.
  • En etapas más avanzadas el pelo se cae mucho, prácticamente a mechones.
  • También puedes observar que tus uñas crecen menos y se rompen con facilidad.

¿Ganas peso sin motivo?

“Me engorda hasta el aire” es una expresión típica de las personas que sufren hipotiroidismo.

  • En estos casos, el metabolismo va a cámara lenta y a las células les cuesta mucho trasformar las calorías en energía.
  •  La sospecha debe ser aún mayor si ese aumento de peso se ha producido de forma muy rápida y sin motivo justificado.

¿Adelgazas comiendo lo mismo?

A muchas afectadas por hipertiroidismo esto podría alegrarles al principio, pero con el tiempo se percibe que algo no va bien.

  • El metabolismo va demasiado rápido y, como se consumen las mismas calorías pero no se tiene más apetito, la persona adelgaza.
  • A veces este síntoma suele ir acompañado de diarreas, lo que agrava la pérdida de peso.

¿Sufres estreñimiento?

Si la tiroides trabaja a pocas revoluciones es normal que te cueste ir al baño.

  • Como ya hemos dicho, las hormonas que segrega esta glándula afectan al funcionamiento de muchos órganos, entre ellos el intestino.
  • Si este no tiene energía para realizar los llamados movimientos peristálticos (que provocan la bajada y posterior evacuación de las heces) es lógico que sufras estreñimiento.

¿Sueles tener palpitaciones?

El primer especialista que acostumbra a visitar a una persona que sufre hipertiroidismo suele ser el cardiólogo.

  • La razón es que las palpitaciones y la taquicardia son, después de la pérdida de peso, los signos que más “asustan” de esta dolencia.
  • La persona nota (ya sea de forma inesperada o por cosas sin importancia) que el corazón late rápido y el pulso que oscila entre 70 y 80 pulsaciones por minuto, sube a 90, 100 y hasta 120 pulsaciones.

EL DIAGNÓSTICO

Tal y como hemos visto, los fallos tiroideos pueden generar muchos síntomas. Informa a tu médico si sufres alguno de ellos pero ten en cuenta que solo se puede llegar a un diagnóstico tras realizar una analítica. Intenta recordar desde cuándo sientes estos síntomas.

Además de todo esto, ten en cuenta que las alteraciones de la glándula tiroides pueden dividirse en dos categorías: hipotiroidismo e hipertiroidismo.

1. Hipertiroidismo

El hipertiroidismo ocurre cuando la tiroides está “acelerada”, es decir, que el problema está en que trabaja en exceso. Lo más habitual es que el hipertiroidismo tenga su origen en un trastorno autoinmune, la enfermedad de Graves (que es más común en la mujer).

En este caso, el organismo genera anticuerpos contra el TSH, la hormona que estimula o inhibe la función del tiroides, y eso hace que la glándula pierda el control y empiece a producir hormonas en grandes cantidades. Al hacerlo, la tiroides requiere más riego y por ello tiende también a agrandarse.

2. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo ocurre cuando, por alguna razón, esta glándula deja de trabajar a pleno rendimiento y como consecuencia no libera suficientes hormonas tiroideas al organismo. Se trata de la alteración más habitual de la tiroides.

Los motivos de que esto ocurra son diversos. A veces el organismo no reconoce este tejido y, como si de un cuerpo extraño se tratase, el sistema inmune genera anticuerpos para destruirlo; a esta alteración se la conoce como tiroiditis de Hashimoto.

Cuando aparece esta enfermedad, la tiroides se va deteriorando lentamente y cada vez produce menos hormonas. Por otro lado, pueden pasar años hasta que la enfermedad se hace patente. El desgaste de la tiroides puede hacer que los síntomas tarden en aparecer

Además, las dietas con déficit de yodo influyen, ya que este elemento químico es primordial para la producción de hormonas tiroideas y, a pesar de que debe encontrarse en un nivel adecuado en el organismo, no se produce de forma natural por tu cuerpo, y por eso debes obtenerlo a través de los alimentos.

¿POR QUÉ FALLA ESTA “FÁBRICA DE HORMONAS”?

Lo que hace que una persona desarrolle o no una alteración en la tiroides es todavía algo desconocido.

Se sabe que hay un componente genético tras ello y que existen ciertos grupos de riesgo. Por ejemplo, es más común que ocurra en mujeres durante el embarazo o a partir de la menopausia, y algunos estudios sugieren que existe una relación entre esta alteración y la diabetes 1 o las enfermedades autoinmunes como la artritis.

En cualquier caso, lo que sí se sabe es cómo enferma esta pequeña glándula, y que hay muchas situaciones que pueden llevar a ello. Por ejemplo, el 50% de las disfunciones tiroideas se deben a la enfermedad autoinmune, y estas alteraciones son también más frecuentes en la mujer. Esta información ayuda mucho en el tratamiento de esta alteración y permite tratarla eficazmente una vez que ha sido diagnosticada.

fuente: saber vivir

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