Los 5 medicamentos que nunca deberías mezclar

Cualquier fármaco puede tener efectos indeseados por sí solo. Imagínate lo que puede ocurrir si ingieres diferentes sin seguir el adecuado asesoramiento médico.

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Una de cuatro personas ha combinado alguna vez fármacos sin pedir consejo a su médico o a su farmacéutico, un error que puede tener consecuencias inesperadas en tu salud.

Medicarse por cuenta propia ya tiene sus riesgos, pero mezclar fármacos sin conocer las interacciones entre ellos puede perjudicar muy seriamente la salud, bien porque las consecuenciasde esa combinación sean fatales, bien porque uno de ellos frene la acción del otro.

LOS DÚOS DE FÁRMACOS MÁS PELIGROSOS

A continuación te detallamos las combinaciones que nunca deberías tomar y sus consecuencias más peligrosas.

Analgésicos con anticoagulantes

Quienes toman anticoagulantes como la warfarina (por problemas cardiacos) deben tener muchísimo cuidado si deciden ingerir un analgésico:

No deben mezclarla con ácido acetilsalicílico. El objetivo de la warfarina es evitar la formación de coágulos; pero es que el segundo fármaco mencionado también diluye la sangre. Por eso la mezcla de ambos puede desencadenar una hemorragia. Un riesgo parecido –aunque algo menor– se corre con el ibuprofeno.

Mezclar analgésicos y anticoagulantes puede provocar una hemorragia

El metamizol tampoco es buen compañero. Es otro analgésico común. Tomado solo y en las dosis adecuadas tiene menos efectos secundarios que los ya citados, pero si se mezcla con anticoagulantes un tiempo puede provocar hemorragias digestivas.

El ibuprofeno y sus “enemigos”

Muchas personas prefieren tomar este antiinflamatorio en lugar de paracetamol porque aseguran que actúa de forma más rápida, pero además de que es preferible no mezclarlo con anticoagulantes, debes saber que también combina mal con:

Antihipertensivos. Algunos –como el enalapril– actúan reduciendo las sustancias que estrechan los vasos sanguíneos. Así, logran que la sangre fluya más fácilmente… Hasta que se toma ibuprofeno, porque frena ese efecto. La consecuencia es que el paciente no puede controlar su tensión.

Antidepresivos. Un estudio de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur) revela que, juntos, pueden provocar arritmias y aumentar el riesgo de hemorragias dentro del cráneo.

Estatinas con anti-hongos

Los primeros son los fármacos más recetados para tratar el colesterol. Y los segundos, antifúngicos como el fluconazol, se usan para combatir infecciones por hongos en la vagina, la boca, la garganta…

Seguramente en el prospecto de las estatinas ya se recomiende no tomarlos juntos. La razón es que pueden dañar el hígado, ya que este órgano tiene que hacer un sobreesfuerzo para eliminarlos.

Relajante muscular y ansiolítico

Cuando se sufre ansiedad o depresión también se suelen padecer contracturas musculares, por eso es probable que se sigan tratamientos con ansiolíticos y, puntualmente, se mezclen con relajantes musculares o con analgésicos opioides (más fuertes que el ibuprofeno).

Esta suma puede provocar problemas respiratorios.

Antibióticos con anticonceptivos

Un 30% de la población toma antibióticos por cuenta propia, un grave error en cualquier caso. Algunos de amplio espectro (como el ciprofloxacino) reducen la eficacia de los anticonceptivos orales.

PLANTAS Y FÁRMACOS QUE NO CASAN BIEN

En el caso de suelas tomar infusiones o suplementos de plantas, debes saber que algunas de ellas no deben combinarse con algunos medicamentos pues tienen efectos negativos sobre nuestra salud.

  • Valeriana: deberías evitar por un tiempo esta planta relajante si te han recetado fármacos para tratar la ansiedad como las benzodiacepinas. Su uso combinado potencia la acción del fármaco y da somnolencia, apatía…
  • Hierba de San Juan: no deberías tomarla si usas anticonceptivos orales, pues podría provocar sangrado entre reglas. Y tampoco si tomas anticoagulantes, pues reduciría el efecto del fármaco cardiaco.
  • Algunas plantas medicinales pueden potenciar ‘demasiado’ el efecto del fármaco
  • Regaliz: No tomes esta planta si tomas corticoides. Su uso combinado puede provocar hipertensión y edema.
  • Sauce: Si tomas heparina (un anticoagulante) olvídate de esta planta pues aumenta el efecto del fármaco y, por tanto, los riesgos.
  • Ginkgo biloba: si te han recetado anticoagulantes como la warfarina, no tomes esta planta pues se han dado casos de hemorragias.

3 CONSEJOS PARA EVITARTE PROBLEMAS

  1. Acostúmbrate a ir a la misma farmacia siempre. Si ya te conocen y saben qué medicación tomas regularmente, te podrán asesorar sobre el nuevo medicamento que quieres incorporar sin consejo médico. Así te evitas disgustos inesperados.
  2. Guarda y conserva cada medicamento en su caja y con su prospecto correspondiente. Y léelos siempre con atención. No se trata de que te vuelvas un entendido en terminología farmacéutica, pero sí que sepas detectar lo más importante.
  3. Habla con tu médico. Cada vez que te dé una nueva receta, explícale lo que ya estás tomando. Él mejor que nadie conoce cómo puede reaccionar tu cuerpo y las interacciones que se pueden dar.
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