Las tres CGT se unifican y exigen cambios en Ganancias y ley antidespidos

Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo acordaron este lunes la convocatoria a elecciones de la central obrera a partir del 22 de agosto y resolvieron un acto para el 29 de abril, en lugar de una marcha al Congreso. La estrategia sindical que incomoda al Gobierno

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Reunificación, parlamentarismo y bombos. Así se podrían resumir las principales consignas que resolvieron las tres CGT para lograr que Mauricio Macri modifique el Impuesto a las Ganancias y frene los despidos, sin romper la paz social.

La estrategia “a velocidad crucero“, como sintetizó un comensal, fue acordada este lunes por la tarde en la cumbre encabezada por Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo en la sede de UPCN, en Moreno 1332.

La dirigencia sindical acordó la convocatoria para el 22 de agosto del comité confederal, el organismo encargado de definir el calendario electoral y llamar a un congreso de delegados para renovar autoridades.

En agosto habrá una CGT única“, adelantó Caló, el titular de la CGT Alsina, quien calificó como “positivo” el encuentro del que participó y confirmó que las centrales buscanreformular las escalas del Impuesto a las Ganancias.

Los líderes sindicales también resolvieron celebrar el “Día del Trabajo” el 29 de abril, con unacto en un estadio de futbol y una movilización a confirmar, en lugar de una marcha al Congreso, como se había conversado la semana pasada.

Moyano y José Luis Lingieri (Obras Sanitarias) sepultaron la idea de impulsar una protesta frente al parlamento, pese a los reclamos del titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, que este lunes volvió a exigir medidas de acción directa para frenar los despidos y el tope a las paritarias.

En cambio, la cúpula sindical se reunirá este miércoles a las 16 con diputados opositores para consensuar cambios en Ganancias y una ley de “emergencia laboral” contra los despidos, dos iniciativas que son rechazadas por el oficialismo.

“Vamos a promover la ley de impuesto al trabajo, pedirle una ley que proteja a los puestos de trabajo, que se aplique las normas que ya están establecidas por la Corte de liquidar los salarios de los jubilados y determinar los últimos 10 años de actividad salarial para que los sueldos sean superiores”, dijo Moyano a su turno, tras finalizar la reunión.

No obstante, desde el massismo aclararon que la realización de la reunión entre sindicalistas y legisladores dependerá de lo que se resuelva en la Comisión de Legislación del Trabajo de la cámara baja que se constituirá este martes.

Al Congreso también asistirán, además de los tres referentes de la CGT, los titulares de las dos facciones de la CTA, Pablo Micheli y Hugo Yasky. Descontentos con el decreto de Mauricio Macri, las centrales pretenden elevar el piso del tributo a $60.000, modificar las escalas, y atar su actualización a un índice móvil, que podría ser el RIPTE.

cgt

Presión sindical
El encuentro de este lunes fue el tercero desde que la CGT estalló en tres pedazos en 2012, cuando Moyano y Cristina Kirchner se pelearon por la conformación de las listas para las elecciones.

Fueron de la partida los “independientes” Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), los “gordos” Armando Cavalieri (Comercio) y el diputado nacional Héctor Daer (Sanidad) y los representantes de los gremios del transporte nucleados en la CATT, Juan Carlos Schmid (Dragado) y Omar Maturano (La Fraternidad).

En tanto, Carlos Acuña (Estaciones de Servicio) estuvo en representación de CGT la Azul y Blanca, liderada por Luis Barrionuevo, y también participó el dirigente Gerónimo Venegas (UATRE), el dirigente más afín al PRO en la CGT Azopardo.

Tal como se ratificó en la cumbre, la apuesta del sindicalismo peronista pasa por estas horas por recuperar protagonismo mediante la presión parlamentaria.

Dicha vía le da un aire invaluable al Gobierno ya que aleja a los gremios de las calles y concentra las expectativas en el debate parlamentario, mientras continúan las medidas de ajuste y los despidos.

Sin embargo, a futuro amenaza con convertirse en un gran dolor de cabeza para Macri. Es que, de lograr un amplio respaldo, los gremialistas podrían dar a luz a una mayoría opositora en el parlamento.

Esos movimientos en el tablero legislativo modificaría el equilibrio alcanzado por el oficialismo, que hasta ahora pudo neutralizar al peronismo con la amenaza de “buitres o muerte”. Peor aún, minaría al mismo tiempo dos de los pilares de la gobernabilidad consagrados por el PRO: el control legislativo y el respaldo sindical.

El macrismo tampoco ve con buenos ojos la puesta en marcha de la maquinaria puesta para consolidar la unidad cegetista. Después de largas idas y vueltas, los líderes gremiales dieron sus primeros pasos concretos este lunes para organizar los comicios internos con la convocatoria al confederal.

Pero además se trata de un desafío por parte de los sindicatos, en busca por fortalecer su rol de interlocutores frente al Gobierno, beneficiado hasta hoy con la balcanización gremial. “Es para tener presencia mas activa y que el movimiento obrero no está dispuesto a retroceder“, reconoció este lunes Moyano.

Con todo, la reunificación deberá sortear todavía las diferencias persistentes en las CGT en torno a quiénes deberían integrar una nueva conducción. Mientras Moyano, Barrionuevo y Caló apuestan a un liderazgo personalizado, los “gordos” y los “independientes” se inclinan por una dirección colegiada, aunque no descartan una figura “más renovada”.

En tanto, habrá que ver qué sucede con los sindicatos del Movimiento de Accion Sindical Argentino (MASA), liderados por el taxista Omar Viviani, que este lunes pegaron el faltazo, como estaba previsto. El sindicalista fue uno de los principales promotores de la creación del Bloque Justicialista, que rompió con el kirchnerismo en Diputados.

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