“La primera ministra británica Theresa May debería renunciar tras el retroceso de su Partido Conservador en las elecciones legislativas del Reino Unido”, reclamó eufórico este jueves el líder laborista Jeremy Corbyn, que dio el batacazo quedar apenas a uno de dos puntos de la mandataria, luego de empezar la campaña a más de veinte de distancia.
“La primer, a ministra convocó estos comicios porque quería un mandato. Lo que ha obtenido es una pérdida de asientos para los conservadores, una pérdida de votos y una pérdida de confianza. Yo dirá que es suficiente para marcharse”, dijo Corbyn que era muy resistido en su propio partido, al que terminó sumándole más de 37 bancas en el Parlamento inglés.
En un comunicado divulgado la madrugada de este viernes, Corbyn agradeció a los militantes por el éxito de la campaña electoral, en la que consiguieron estrechar la brecha con los conservadores de manera crástica, proceso que se agudizó tras lo atentados en los que se debatió los recortes ala policía de la conservadora May.
La caída de May puede ser incluso interesante para la Argentina, porque Corbyn es del espectro político inglés, el más proclive a buscar una solución negociada al diferendo por la soberanía de las Islas Malvinas.
Además, el ascenso del líder laborista le da alas a las intenciones independentistas de la primer ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, una aliada de Corbyn.
El gobierno de May quedó gravemente herido, en lo que fue un fenomenal revés para la primer ministra que anticipó estas elecciones unos tres años porque al momento de hacerlo estaba 20 puntos arriba y consideró que con un resultado de ese nivel no sólo iba a revalidar su liderazgo -asumió tras la renuncia de Cameron, elegida por el Parlamento- sino que además iba a poder avanzar con el Brexit por la línea dura.
Todo eso entró en crisis esta noche. De hecho, la vocera de Exteriores laborista, Emily Thornberry, afirmó :”Esta noche parece que podríamos formar el próximo Gobierno”. Y anticipó que Corbyn podrían presentar un programa de Gobierno y un presupuesto y buscaría el apoyo de otros partidos.
May estaba tan convencida de su triunfo que en plena campaña se atrevió a anunciar medidas impopulares entre sus votantes más fieles: los adultos mayores. Anunció que les haría pagar por los tratamientos a los enfermos, algo que fue denominado “el impuesto a la demencia”.
Además en un tono muy arrogante menospreció a Corbyn, que fue creciéndose a media que avanzaba la campaña y consiguió arrastrar a jóvenes y votantes desencantados con la izquierda moderada.
Por último, los atentados terroristas le pasaron una colosal factura a May, que ha sido acusada de recortar el presupuesto de la policía cuando fue ministra de Interior.
Según un sondeo de boca e de urna de las cadenas BBC, ITV y Sky, los conservadores sacarían 314 bancas y los laboristas 266.
Para obtener la mayoría absoluta, es necesario lograr 326 escaños en una cámara baja formada por 650 asientos, según el sistema electoral británico de mayoría simple a una sola vuelta.
Fuente: LPO
