La UIA presentó su Plan 20/23: reforma impositiva, productividad y exportaciones

Según la entidad, la industria retrocedió más del 15% desde el 2011. El crédito para las pymes es el equivalente de sólo 3% del PBI.

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La producción industrial retrocedió más de 15% desde el pico de 2011, sostuvo el economista de la Unión Industrial, Diego Coatz. El dato fue uno de los expuestos durante la presentación de la Agenda Productiva 20/23 que realizó esta mañana el titular de la entidad, Miguel Acevedo, junto al equipo técnico que elaboró el trabajo. Cabe recordar que este plan es el que la entidad fabril le presentó ya a la mayoría de los candidatos presidenciales.

La Argentina es el país del mundo que tuvo más recesiones en los últimos cuarenta años, afirmó Coatz. Para salir de esta situación consideró que la industria se encuentra preparada, ya que su productividad – puertas adentro- es mayor que la correspondiente a las empresas de Brasil o México, pero las dificultades se presentan porque el contexto en el que operan las empresas no favorece su desarrollo.

Consideró que son falsos los dilemas entre mercado interno y externo, o entre consumo e inversión y propuso la adopción de políticas que armonicen estos objetivos. Particularmente, hizo referencia al mundo 4.0, es decir la cuarta revolución industrial que está en desarrollo a partir de la incorporación de las tecnologías del conocimiento a la producción. En tal sentido, planteó la necesidad de avanzar en instituciones que permitan la incorporación de las nuevas tecnologías en un ecosistema en el que interactúen el Estado, las empresas y los investigadores.

Valor agregado
La propuesta de la UIA consiste en exportar con más valor agregado. En las presentaciones se recordó el caso del mercado de caucho, cuyos principales exportadores son Tailandia o Indonesia, por unos 15.000 millones de dólares anuales. Pero los neumáticos, es decir el producto elaborado, supone un mercado cinco veces mayor – unos 75.000 millones de dólares – y tiene como principales actores a Estados Unidos o Alemania. Lo mismo, recordó Coatz, sucede con el trigo, que se produce en Rusia, Ucrania o Argentina, pero el principal exportador mundial de pastas es Italia.

Para lograr este objetivo se considera necesario que el país tenga estabilidad cambiaria. Detrás de cada devaluación, recordó Coatz, hay una importante suba de la tasa de interés que afecta al aparato productivo.

Desde este punto de vista, señaló que entre algo menos de 200 países del mundo, la Argentina ocupa el puesto 50 en desarrollo humano, pero retrocede al lugar 170 cuando se compara el desarrollo de los mercados financieros. Particularmente, el crédito para las pymes es casi inexistente, ya que recibe el equivalente de sólo 3% del producto bruto Interno.

Desde la misma perspectiva, Martín Rappallini, presidente del departamento Pymi consideró que el acceso al crédito es el principal problema que enfrentan las pequeñas y medianas empresas manufactureras.

En cuanto al deterioro de la situación en que se desenvuelven las empresas, Coatz alertó que, a diferencia de lo que sucedía años atrás, en la actualidad los costos en materia de energía y transporte hoy son más altos en la Argentina que en Brasil o México.

Impuestos

La política tributaria también fue motivo de críticas. Gabriel Vienni, director de los departamentos técnicos de la UIA sostuvo que la última reforma tributaria contempló muy pocos incentivos a la incorporación de valor agregado en los sectores transables. Vienni también destacó el avance de la industria argentina, recordando que en Rafaela (Santa Fé) “se imprime en minerales” y que el país produce lavarropas conectados a internet.

La mitad del valor que genera el país corresponde a las pymes, de acuerdo con Vicente Donato, director de la Fundación Observatorio Pyme. Sin embargo, alertó sobre la baja cantidad de empresas con que cuenta el país y la reducida tasa de creación: una por cada 2.300 habitantes cuando el promedio de América Latina es una nueva empresa cada 500 habitantes y en Chile una cada 150.Sostuvo que las principales causas de la baja creación de empresas que registra el país en las últimas décadas debe buscarse en la elevada presión tributaria, la falta de acceso al financiamiento y las dificultades para contratar personal capacitado.

Los industriales enfatizaron también la necesidad de llevar adelante políticas públicas que incorporen tecnología en el sector industrial, con herramientas tributarias, fiscales, financieras y comerciales, como aplican en el mundo países como Estados Unidos, el Reino Unido, Corea del Sur, la India o Australia.

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