La crisis del Banco Nación

La participación de créditos del sector privado no financiero en la entidad se redujo y se concentró en el rubro de consumo. A su vez, la irregularidad de la cartera se cuadruplicó tras la devaluación del año pasado.

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El patrimonio del Banco Nación se licuó 37 por ciento en términos reales desde diciembre de 2016, mientras que el valor de sus activos se contrajo 28 por ciento. En ese lapso la participación de créditos del sector privado no financiero en la entidad se redujo y se concentró en el rubro de consumo. A su vez, la irregularidad de la cartera se cuadruplicó tras la devaluación del año pasado, según la consultora Proyecto Económico.

Históricamente el Nación supo ser una entidad que colaboró en reorientar el crédito hacia la producción, con una alta participación de líneas de préstamos para las pequeñas y medianas empresas, emprendimientos y economías regionales. Estas líneas además mostraban niveles históricamente altos de cumplimiento con un nivel de mora de menos del 1 por ciento. La caída en la actividad de estos segmentos explica que ahora en la cartera del banco haya un mayor peso de préstamos destinados al consumo. En muchos casos las familias utilizan el crédito para comprar alimentos o artículos de primera necesidad. La mora o irregularidad de la cartera destinada al sector privado pasó de ser el 1,09 por ciento en diciembre de 2017 a 3,89 por ciento en la actualidad.

El magro desempeño podría explicarse por la alta volatilidad de tasas que se exhibió en el país desde 2018, lo cual, dada la rigidez de la cartera de activos del banco, podría haber generado ciertas pérdidas. “Tal rigidez podría asociarse a una política propia de un banco público, como es la asignación del crédito a la producción a tasas accesibles. Sin embargo, al observar la composición de la cartera del banco, encontramos que ha disminuido sistemáticamente la participación de los créditos al sector privado, mientras que los mismos se han dirigido crecientemente al consumo”, explica el documento.

En cuatro años de gestión el gobierno tomó fondos de cuanto canal tuviera a su alcance. Echó mano del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses, de las reservas internacionales del Banco Central, del endeudamiento con privados en el mercado local y en el exterior, de un préstamo histórico del Fondo Monetario Internacional y desde hace unas semanas de la caja del Banco de la Nación. El Ejecutivo recurrirá a un préstamos de 30.000 millones de pesos del Nación “para apuntalar las necesidades de financiamiento del Tesoro”. De esta manera, no solo dejará las arcas del Central con un reducido o nulo nivel de reservas sino que desfinanciará a casi todas las entidades autárquicas del país.

En el caso del Nación, que conduce el economista Javier González Fraga, transferirá el 2,48 por ciento del activo del banco al Tesoro para aguantar hasta diciembre próximo. Sin embargo, no es el único aporte que hizo con el dinero del ahorro de sus clientes. “El Banco Nación ha resultado ser un ejecutor de políticas monetarias, rol que no le compete, pagando tasas pasivas por encima del resto de las instituciones del sistema de forma sistemática y creciente a partir de 2018”, destaca un informe de Proyecto Económico. Tras las PASO, el Nación llegó a retribuir por los plazos fijos una tasas de 60,5 por ciento anual, más de cinco puntos por encima de lo que cualquier entidad bancaria privada llegaba a ofrecer por esas colocaciones.

“Resulta preocupante que se utilice a la institución bancaria de todos los argentinos para financiar los apremios financieros del gobierno, resultante de la irresponsable política fiscal-tributaria y en materia de endeudamiento público que la administración Macri llevó adelante”, explica el informe. A raíz de esta situación, un grupo de diputados presentó esta semana un proyecto al Congreso para que se cite al presidente del Banco Nación, Javier González Fraga, a que “explique, informe y envíe documentación respecto de las operaciones de financiamiento del Estado entre 2015 y 2019, y en especial a partir del decreto que obliga a las entidades autárquicas a financiar al Tesoro”.

El pedido de informes lleva las firmas de los diputados Fernanda Vallejos, Jorge Romero, Ana Llanos, Alicia Soraire, Inés Lotto, Roberto Salvarezza, Silvina Frana y José Ciampini. En junio, antes de las PASO, también se había citado al titular Nación, para que asista al plenario de la cámara con un propósito similar: explicar la situación financiera y los últimos tres balances del banco. No hubo respuesta Fraga a dicho llamado, comentó Vallejos.

Fuente: Pagina12

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