En una muestra más de desinterés por lo que ocurre en Tierra del Fuego y en Río Grande en particular, el Ministerio de Transporte de la Nación no autorizó los vuelos a bajo costo (o “low cost”) a nuestro aeropuerto, por no contar con la demanda de pasajeros suficiente.
La resolución (408/2017) se conoció la mañana del 29 de junio, al mismo tiempo que la cartera de Transporte autorizaba oficialmente a la empresa “low cost” Flybondi a volar sobre el territorio argentino, con más de 80 rutas.
Entre los servicios, la aerolínea había solicitado expresamente viajar a los aeropuertos de Río Grande “Gobernador Ramón Trejo Noel” y Ushuaia “Malvinas Argentinas”. Sin embargo, Nación decidió excluir al de nuestra ciudad.
De acuerdo a la resolución, el Aeropuerto Internacional de Río Grande, así como otras terminales aéreas regionales, revela “coeficientes de ocupación relativamente bajos”, y agrega: “La peticionaria los explotaría (a los aeropuertos) con aeronaves de similar capacidad comercial a las de los servicios que se encuentran al presente en operación”.
De esta manera, los vecinos de Río Grande se quedan sin la posibilidad de acceder a vuelos realmente económicos, que prometen revolucionar el mercado aeronáutico. Como muestra, un botón: de acuerdo a las estimaciones realizadas por Flybondi, un vuelo ida y vuelta desde Buenos Aires a Ushuaia costará 120 dólares ($1969 al cambio oficial).
Si además tenemos en cuenta que las aerolíneas “low cost” cobran de acuerdo a los kilómetros recorridos, podemos suponer que los vuelos desde Capital Federal a nuestra ciudad iban a ser incluso más accesibles.