Escasez, contaminación, conflictos por el agua, deterioro ambiental de cuencas y acuíferos, son los cinco retos que México enfrenta para garantizar el agua a sus habitantes.
Si la población sigue concentrándose en los principales centros urbanos del país, para el año 2030 habrá escasez en las cuencas mexicanas, debido a que se sobrexplotarán aún más los mantos acuíferos, alertó el Dr. Polioptro Martínez Austria en su videoconferencia para la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial del Gobierno de Puebla.
Asimismo, advirtió que esta escasez es propiciada por factores como demografía, producción de alimentos, demanda de energía, cambio climático y carecer de una reforma para administrar el agua y generar el capital para su transportación, saneamiento y potabilización.
Martínez Austria afirmó que las tarifas bajas también afectan, ya que son insuficientes para sacar el líquido del acuífero, purificarlo y llevarlo hasta los domicilios.
“El agua no cuesta, nos cobran el servicio, lo que cuesta es sacarla del acuífero, purificarla, hacerla potable y llevar por la red hasta la casa, con todo lo que eso signifique”.
El especialista reiteró que aunque los problemas más graves se relacionan a la gobernanza y la calidad del agua, no hay una reforma hídrica en México seria y profunda que administre el líquido, que genere el capital económico necesario para la transportación, saneamiento, potabilización.
“La temperatura ha aumentado al menos dos grados y en ciudades donde es común los 45 grados o más puede ser mortal. Por otro lado, la precipitación pluvial tiene una disminución en un porcentaje relativamente bajo, pero ha aumentado la demanda; es decir, en una ciudad llueve un 16% pero ocupa un 20%”, explicó el también académico de Ingeniería Civil y Ambiental.
Finalmente, recomendó que para para gozar en las próximas décadas de una cantidad suficiente de agua, “hay que cuidarla, no desperdiciarla y pagar lo justo por ella. La solución existe, pero nadie puede hacerlo solo; tenemos que reunirnos: académicos, gobierno, sociedad civil y cámaras de empresarios, para juntos resolver el problema a largo plazo”.
Por otro lado, de acuerdo con el Fondo, la Comunicación y la Educación Ambiental, México dispone aproximadamente del 0.1% del total de agua dulce disponible a nivel mundial, lo que determina que un porcentaje importante del territorio esté catalogado como zona semidesértica.
Sin embargo, tal como Martínez Austria igualmente lo dijo, un aspecto importante a considerar en la disponibilidad de agua es el incremento de la población y su concentración en zonas urbanas. Según estimaciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO), entre 2012 y 2030 la población del país se incrementará en 20.4 millones de personas. Además para 2030, aproximadamente el 75% de la población estará en localidades urbanas. El incremento de la población ocasionará la disminución del agua renovable per cápita a nivel nacional.
En 2012, con una población de 117 millones de habitantes, la disponibilidad natural media por habitante se calculaba en 4,028 metros cúbicos por año. Se estima que para 2030, con el aumento de la población y el deterioro de los cuerpos de agua descenderá hasta 3,430 metros cúbicos por habitante por año.
