El FMI autorizó al Central a vender más reservas para intentar contener al dólar

La entidad podrá intervenir aún cuando la cotización esté por debajo del techo de la banda de $51,45. Es la cuarta modificación en un año del acuerdo con el FMI.

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En un intento desesperado por frenar la disparada del dólar, el Fondo Monetario Internacional (FMI) autorizó al Banco Central a eliminar en los hechos la “zona de no intervención” y la entidad podrá vender reservas aún cuando la cotización de la divisa esté por debajo de los $51,45 fijados como techo de la banda hasta fin de año.

Las modificaciones en el régimen cambiario se conocieron minutos antes de la apertura del mercado y responden a las negociaciones realizadas durante el fin de semana, que anticipó LPO. Se concreta así una nueva revisión del acuerdo, la cuarta en un año, lo que revela que ni los funcionarios ni los técnicos del organismo le encuentran la vuelta al problema. Este medio reveló que en el organismo crece la controversia por el fracaso del programa argentino -el más importante que el FMI tiene en marcha- y el encargado de su seguimiento, el italiano Roberto Cardarelli, está muy golpeado.

Las novedades implican la desaparición de la zona de no intervención (ZNI) ya que el Banco Central podrá vender reservas aún cuando la cotización del dólar esté por debajo del techo de la banda de $51,45, fijado como el límite hasta fin de año, en la previa modificación del acuerdo. La posibilidad de intervenir será discrecional: el “monto y frecuencia” de las ventas “dependerán de la dinámica del mercado”, indica el comunicado del BCRA.

Analizan pedir al FMI otra revisión del acuerdo para enfrentar la corrida

La entidad informó que si el tipo de cambio supera el techo de $51,45, se incrementará de 150 a 250 millones de dólares el monto de la venta diaria estipulada hasta ahora, aunque también “podrá determinar la realización de intervenciones adicionales para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad si lo considerase necesario”. Es decir en uno u otro caso, por abajo o por encima del “techo”, el BCRA podrá intervenir discrecionalmente.

Lo único que subsiste de la ZNI es el piso de $39,75 para que el BCRA no compre divisas. Según la entidad, la idea de las medidas es “reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria interviniendo en el mercado cambiario para reducir más agresivamente la cantidad de pesos”.

Lagarde y Lipton, los encargados de negociar con las autoridades argentinas.

Las turbulencias de la semana pasada parecían no dejar otra opción al Gobierno que pedirle al FMI que le diera mayor libertad para tratar de contener al dólar. El fin de semana se habló de un viaje de urgencia de Nicolás Dujovne a Washington para negociarlo personalmente. En Haciendo lo desmintieron, acaso porque ya tenían la aprobación del Fondo.

Las modificaciones del régimen fueron aprobadas por el Fondo, que aceptó una cuarta modificación del acuerdo, acaso como última apuesta de respaldo a la reelección de Mauricio Macri en momentos en que se habla abiertamente de que baje su candidatura. “El Banco Central introdujo hoy importantes medidas para abordar la reciente volatilidad del mercado financiero y del tipo de cambio. Apoyamos estas medidas, que están adecuadamente calibradas para los desafíos que enfrenta la Argentina “, afirmó Gerry Rice, el vocero del FMI.

Las sucesivas modificaciones del acuerdo con el organismo dejan en evidencia que se trata de un caso histórico de mala praxis que está golpeando fuerte la ya deshilachada reputación del FMI, al punto que quienes frecuentan al encargado del caso argentino, el italiano Roberto Cardarelli, comentan que lo ven muy golpeado, como contó LPO.

Es que este último cambio que tiene un claro sesgo electoralista, contradice abiertamente los análisis técnicos del organismo internacional, que se opone a la libre intervención sobre todo en una economía en crisis y reservas limitadas como la Argentina. A su vez, deja en ridículo el congelamiento de las bandas anunciado hace tan sólo 15 días y el esquema de ventas diarias de USD 60 millones que había sido autorizado en marzo.

Contando las modificaciones de política monetaria, que indirectamente impactan en el dólar por su estrategia de “secar la plaza”, el Central con el visto bueno del Fondo, aplicó cambios más de una vez por mes en lo que va del 2019, lo que deja dudas respecto a la viabilidad del nuevo plan.

También dejan en evidencia la apuesta electoral del FMI para ayudar a Macri a tratar de continuar en el Gobierno. De hecho, el pedido para vender reservas había sido pensado con ese objetivo por los funcionarios. “Necesitamos intervenir más para frenar el dólar, sino no tenemos ninguna chance en octubre”, decían en el oficialismo.

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