Diseñan en Córdoba un traje para ayudar a pacientes con problemas de movilidad

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Es una órtesis inflable que ayuda a erguirse y mejorar la postura de quienes sufren la Enfermedad Motriz de Origen Cerebral

Un traje completo inflable ayuda en las terapias y procesos de rehabilitación de personas con problemas motrices; la órtesis actúa sobre los músculos posteriores de piernas, brazos, espalda y cuello para que el paciente corrija su postura, gane estabilidad y gane en el control de los movimientos.

El protototipo lo presentó Lucas Ghirimoldi como trabajo final de su carrera de Ingeniería Biomédica, dictada en conjunto por las facultades de Ciencias Médicas y de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

A los 24 años, oriundo de Villa Dolores (en el oeste cordobés), Ghirimoldi explica que comenzó a investigar los tipos de órtesis existentes cuando encontró que en Rusia había un traje inflable que no se hace en otro lugar del mundo. “Propuse a los docentes desarrollar algo así porque no hay nada parecido en la Argentina”, agrega.

Ayudar a pararse y caminar

Enfatiza que el traje “no es la rehabilitación, pero puede ayudar mucho ya que mantiene la postura, ofrece el estímulo necesario a los músculos para que la persona se pueda parar y caminar; alinea el cuerpo, modula el equilibrio y el movimiento”, describe.

En la Enfermedad Motriz de Origen Cerebral (Emoc), la lesión neurológica retrasa el desarrollo de la postura y los patrones normales de movimiento por lo que quienes la sufren presentan posturas asimétricas y limitación en la amplitud de sus movimientos, lo que podría generar lesiones musculares, óseas y en ocasiones también en los ligamentos.

Según consigna el boletín UNC Ciencia, la Emoc tiene una incidencia de entre 2,5 y tres de cada 1000 niños nacidos; es la principal causa de discapacidad física en la infancia. En Argentina, cada año hay entre 1000 y 1500 casos nuevos.

Ghirimoldi apunta que el traje es liviano y flexible; sólo se le puede desmontar un cabezal. Está hecho en tela de jean elastizada para que ofrezca la compresión adecuada. Incluye un esqueleto neumático, compuesto por tubos de aire que parten de los tobillos y recorren los costados externos de las piernas, suben por la espalda y se prolongan por detrás del cuello y los brazos.

El diseño recogió las correcciones que los kinesiólogos le realizaron en la etapa de prueba del prototipo en pacientes: “Lo usaron para analizar la eficacia; los resultados fueron buenos. Por supuesto que se puede seguir trabajando para mejorarlo e intentar que se fabrique y no quede en una muestra.”

Señala que en el país hay órtesis blandas como este traje, pero la diferencia es que son “más difíciles de usar, ya que hay que ponerlas y empezar a cruzar tiras elásticas que se pegan con velcro. Es más incomodidad para los pacientes, para los profesionales y para los padres que participan mucho en los tratamientos”.

Tela y compresión

El diseño de Ghirimoldi -en el que trabajó más de un año- se infla en unos minutos con un compresor, lo que hace que las mangueras tensen la tela y generen una comprensión extra sobre los músculos posteriores y puntos específicos del sistema articular. Así mejora la curvatura de la columna, se endereza la cabeza y se corrige la posición de las piernas, que se estiran.

Al ser liviano, al paciente le es más fácil moverse. El traje también ayuda a caminar mejor porque ajusta los movimientos voluntarios y controla los involuntarios.

Para ponerlo, el traje se extiende abierto y el paciente se recuesta sobre él, se cierra con un sistema de abrojos y de cordones que recorren en zigzag toda la parte frontal. Se puede manejar el compresor desde la aplicación “Ortesis” para teléfonos inteligentes que diseñó Ghirimoldi.

El software se conecta por Bluetooth al compresor y permite controlar la presión de aire inyectada al sistema neumático, que varía según las necesidades de cada paciente.

Los docentes que guiaron el trabajo, Diego Beltramone y Marcela Rivarola, señalan que para comercializar el traje habría que profundizar la investigación y realizar validaciones sobre los materiales que podrían utilizarse en su producción. También se deberían programar estudios clínicos a largo plazo para evaluar su efectividad terapéutica.

Destacan que el prototipo es un aporte significativo en el área de la propiocepción, el mecanismo que utiliza el cuerpo para detectar información sobre su posición y la de sus miembros en relación al medio. Es así porque ofrece a los pacientes datos sobre cuál debería ser la postura más funcional de su propio cuerpo, de manera que pueda aprenderla para modular su equilibrio y la ejecución de sus movimientos.

Ghirimoldi está decidido a seguir perfeccionando el diseño y, además, realizará el Doctorado en Neurociencias.

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