Brasil: Lula ganaría en primera vuelta

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SAN PABLO.- Aníbal Pérez-Liñán, doctor en Asuntos Internacionales por la Universidad de Notre Dame (Indiana) y especialista en procesos electorales e inestabilidad política en América Latina, advierte por los desafíos a los que se enfrentará Brasil más allá de quién gane las elecciones de este domingo, que tienen a Luiz Inacio Lula da Silva como favorito y a Jair Bolsonaro como su principal rival.

Instalado en Estados Unidos desde hace más de 20 años, el politólogo argentino sostiene en diálogo con LA NACION que la candidatura del líder del Partido de los Trabajadores (PT) desnuda la falta de renovación de la política brasileña y que, en caso de volver a la presidencia, deberá “bajar las expectativas” respecto a los logros de su primera etapa de gobierno (2003-2010), en un momento de prosperidad económica para la región, y “presentarse como un candidato para abrir un periodo histórico nuevo” en el país.

Además, Pérez-Liñán sostiene que, más allá de una posible salida del poder del líder ultraderechista, como marcan las encuestas, el paso de Bolsonaro por la presidencia, “al igual que Donald Trump en Estados Unidos, deja un bloque político en Brasil que no tiene miedo de desafiar algunos de los tabús de la vida democrática”, y que el bolsonarismo no desaparecerá. “Hay un discurso de raíz autoritaria que antes estaba escondido y que ahora es mucho más abierto y explícito”, advierte.

-Me parece que hay dos factores. Uno es que el proceso del Lava Jato [por corrupción] en parte perdió credibilidad, y como resultado de eso hay una cierta reivindicación de Lula. Hay una parte de la población que creo que estaba en el borde, y el desprestigio del proceso del Lava Jato fue una forma de reivindicar a Lula de manera simbólica. Y lo segundo es que el de Bolsonaro ha sido un mal gobierno, más allá de su orientación autoritaria. Entonces eso creó una situación en la cual Lula, que tendría que haberse retirado hace tiempo en un ciclo natural de la política, aparece de nuevo como un candidato viable y como el único con capacidad para unificar a una oposición que históricamente podría estar fragmentada frente a Bolsonaro. Pero ahí hay un gran problema, y es que estos procesos en los cuales la oposición se une para derrotar a un candidato con orientación autoritaria como Bolsonaro a veces consiguen un gran logro, que es proteger a la democracia. Pero, como vimos en el caso de Ecuador, lo que consiguen en última instancia es retornar a la democracia que tenían antes, que en el caso de Brasil era una democracia con problemas. De algún modo que gane Lula significaría la derrota, al menos temporaria, del proyecto bolsonarista, pero también que no hubo una regeneración del PT y una verdadera renovación de la política en Brasil.

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