La estética en Corea del Sur es un rubro tan importante que trascendió las fronteras del país y, como no podía ser de otra manera, llegó hasta la Argentina. Con productos cosméticos de gran calidad, desarrollados localmente, y el acento puesto en la imagen, Seúl se convirtió en la capital oriental de la belleza y la moda.
Replicando el estilo de los ídolos del K-Pop y de los protagonistas del K-Drama, ahora despliega sus alas por el mundo la K-Beauty. Popular entre chinos y japoneses, desembarcó en occidente de la mano de las BB Cream, un producto fundamental para que las pieles estén nutridas mientras se corrigen las imperfecciones. Si bien la fórmula de estos productos es originaria de Alemania y se la creó con fines medicinales (para la recuperación epidérmica luego de ser sometida a procesos abrasivos como el láser), fueron los dematólogos coreanos quienes le cambiaron el uso, destinándola a convertirse en una base humectante con color que le aporta luminosidad al rostro.
Las BB proceden del término “Blemish Balm”, un bálsamo anti imperfecciones que cuenta con una alta protección solar. Las coreanas (y los coreanos jóvenes) adoptaron estas cremas de textura ligera en su preocupación por disimular imperfecciones y obtener luminosidad en el rostro. Suma tres productos en uno: tratamiento específico, crema hidratante y base de maquillaje muy cubritiva.
Al adoptarla, incluyeron a la BB Cream en su rutina diaria de belleza, como parte del proceso de maquillaje. Pero no es lo único que usan! Antes de salir de casa, según la experta Jin Yi (quien tiene su canal de make up coreano en YouTube), lo primero que hacen las chicas coreanas es hidratar muy bien la piel del rostro y que les quede brillosa (algo de lo que huimos las occidentales). Antes de eso, limpian el cutis con desmaquillante y tónico, y ahí viene la hidratación por medio de esta loción ligera, cuello incluido.
En Corea, y sobre todo en la competitiva Seúl, las mujeres quieren lucir un cutis de porcelana (con brillo de hidratación, no de grasitud) y que, pese a que tienen aplicadas en el rostro varias capas de diferentes productos, logren un aspecto natural. Y lo consiguen con una rutina diaria que supera las cinco capas de producto y lograrn un aspecto súper natural.
Después de la hidratante, “usamos el Primer, que es la base de la base, para tapar imperfecciones y que la piel quede bien lisita -explica la experta-. Luego mezclamos la base con un Volumer, para dar ese efecto luminoso que nos encanta (que allá llaman ‘choc choc’). La BB Cream ya tiene humectante pero con este producto, que se coloca con toquecitos de los dedos en mejillas, frente, nariz y mentón, y que luego se difumina con una esponjita de látex, el rostro brilla por la hidratación”.
Recién ahora viene el maquillaje propiamente dicho: el corrector para cubrir las imperfecciones y un toque leve de rubor (ahora se usa justo debajo de los ojos, denominado borrachito, para dar aspecto juvenil), un Contouring en barra un poco más oscuro que la base, aplicado en el maxilar inferior y cerca de las orejas, para afinar el rostro, y escasa sombra en los ojos.
Además, eligen un punto de la cara para destacar. Ultimamente son los labios. Para la temporada de invierno, usan tonos que van del rojo intenso al violeta morado. Por último, suman un hidratador en bruma, del tipo de las aguas termales, algo que llevan siempre en la cartera y que constantemente se están aplicando. La idea es darle todavía mas brillo al rostro y tener una “piel de terciopelo”. Y quedan con ese look natural, como si recién se hubieran despertado.
