Biden duplicará el salario mínimo

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La Administración del presidente estadounidense Joe Biden ha propuesto aumentar el salario mínimo de 7,25 a 15 dólares por hora para 2025. La iniciativa, aunque aplaudida por los principales sindicatos, encuentra una gran reticencia en el partido republicano y de múltiples intereses corporativos.

Una revolución socioeconómica. Eso es lo que significaría la aprobación del aumento del salario mínimo impulsado por la Administración del presidente Joe Biden. El mandatario propone duplicar los pagos mínimos en un país fuertemente marcado por desigualdades económicas, cada vez más acusadas tras la llegada de la pandemia del Covid-19.

La propuesta está liderada en el Congreso por el senador Bernie Sanders. El demócrata de larga data presentó esta semana un proyecto de ley en el Congreso con el que se aumentaría el pago mínimo a 15 dólares por hora de forma gradual en un periodo de cinco años. La propuesta ha sido respaldada por 37 senadores demócratas, hasta el momento.

En la actualidad el salario mínimo en EE. UU. es de 7,25 dólares por hora, un monto que no se ha modificado desde el año 2009 y aunque varios estados han aprobado un segundo salario mínimo, los demócratas acusan la necesidad de un incremento nacional y correspondiente a los costos de vida  actuales. Sanders defiende que no se trata de “un ideal radical” y califica el actual estándar como “salarios de hambre”.

El excandidato presidencial también aseguró que el Gobierno debe inyectar dinero en la economía para asegurarse de que “la gente no esté trabajando desproporcionadamente” por salarios inequitativos. “En el país más rico del mundo, cuando se trabaja cuarenta horas a la semana, no se debe vivir en la pobreza”, aseguró el senador por Vermont, que espera convencer a los escépticos con su proyecto.

En búsqueda de la minoría simple para aprobar el aumento a 15 dólares por hora

Aunque la iniciativa, una de las promesas de campaña de Biden, es muy popular entre la población, e incluso encuentra apoyo entre algunos republicanos y ha recibido por más de una década el apoyo de los principales sindicatos, también enfrenta una fuerte oposición de la mayoría conservadora y una fuerte presión de intereses corporativos que se niegan aumentar sus costos.

Los demócratas buscan una formúla que les permita aprobar el proyecto con mayoría simple, ya que de seguir con el procedimiento regular se necesitaría el apoyo de 60 de los 100 senadores, una meta difícil de alcanzar. Lo que buscan se trata de un mecanismo conocido como “reconciliación presupuestaria”, al que Sanders quiere recurrir después de que los republicanos lo hayan utilizado en diversas ocasiones.

“Mis colegas republicanos utilizaron la reconciliación para otorgar casi dos billones de dólares en exenciones fiscales a las corporaciones ricas y grandes en medio de una enorme desigualdad de ingresos; utilizaron la reconciliación para tratar de derogar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio y sacar a 32 millones de personas de la atención médica que tenían; utilizaron la reconciliación para permitir la perforación en el desierto del Ártico (…) ¿Sabes qué? Creo que podemos utilizar la reconciliación para proteger las necesidades de las familias trabajadoras”, aseguró el legislador.

Ante tales resistencias, los demócratas deberán escoger entre dos caminos a seguir: por un lado, esperar a conseguir apoyo bipartidista. Por otro, continuar con los trámites con un respaldo limitado en el Senado esperando contar con el apoyo en bloque de los 50 senadores demócratas y optar por el desempate con el voto de la vicepresidenta Kamala Harris, una apuesta arriesgada a la que Biden parece decidido a encaminarse.

La pérdida de 1,3 millones de empleos, el principal argumento republicano

Aunque algunas voces republicanas hacen eco del aumento de salarios, muchos no apoyan que este se haga hasta los 15 dólares por hora por considerar que dicha cantidad causará más desempleo en un país que ha perdido casi diez millones de trabajos desde el inicio de la pandemia.

“Aumentar el salario mínimo, especialmente a 15 dólares, hará que algunas pequeñas empresas quiebren y les costará sus puestos de trabajo a muchos trabajadores con salarios bajos”, indica Neil Bradley, director de políticas de la Cámara de Comercio de EE. UU., quien, sin embargo, no descartó discutir “un aumento razonable”.

La Administración Biden asegura por su parte que el aumento propuesto por la bancada demócrata será beneficioso para la economía en general y sustenta que aumentar los salarios más bajos generará ganancias en consumo por miles de millones de dólares en bienes y servicios y que estos serán prestados, en gran parte, por pequeñas empresas.

Un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso realizado en 2019 concluyó que aumentar el salario mínimo a 15 dólares repercutirá directamente en los ingresos de 17 millones de estadounidenses. Además, otros diez millones de ciudadanos con salarios superiores a 15 dólares también verían un aumento en sus salarios. El estudio estimó que 1,3 millones de familias saldrían de la pobreza si la medida fuera aprobada. Sin embargo, también indicó que 1,3 millones de trabajadores perderían sus puestos de trabajo.

Para algunos analistas, como es el caso de Gregory Daco, economista jefe de Oxford Economics, más allá del impacto potencial de la propuesta, esta refleja un cambio de rumbo en Washington en el cual Biden quiere poner su sello. “(Esto) confirma la voluntad de una Administración de centrarse más en las desigualdades sociales y raciales que habían provocado fuertes tensiones el año pasado”, asegura.

Con AP y AFP

 

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