hermano de Charlotte, el cantante (¿?) Alexander Caniggia, volvió a la pista delBailando. Con el mismo acento inexplicable de siempre, Alexander se dio el gusto de improvisar un reggaetón en vivo en el que cantó “Yo soy grosso, mato grosso, ya tú sabes“, etc. etc, junto a la compañía de su imitador. Claro que la pieza musical duró poco, y rápidamente Marcelo pasó a otros tópicos y así fue como le preguntó si estaba en pareja, a lo que el muchacho respondió “solteren”, en una curiosa fusión de alemán y español.
Luego llegó el momento de su hermana. Charlotte contó en la pista del Bailando cómo se operó a espaldas de sus padres, y la reacción de enojo que tuvo Mariana Nannis cuando se enteró de eso. Como sucediera con Alexander, Tinelli viró hacia otros temas y terminó haciéndole a Charlotte un test de alcoholemia en vivo. A continuación, la chica dijo “me siento relajadísima” y se sumergió en la cumbia pop.
Luego de un número algo desprolijo, De Brito dijo que la ve mucho mejor con respecto al anterior Bailando del que participó, aunque a ella le falta un touch de profesionalidad (5). Lolo Rossi dijo que Charlote tiene momentos posturales hermosos, pero que es importante que no se desconecte (6). Moria dijo que las lolas nuevas le sacaron algo de movilidad, y que es importante que gane algo de plasticidad en el movimiento (voto secreto). Con Solita la cosa vino mal, porque directamente no le gustó la coreografía, y le pareció que en el baile faltó energía para rematar con un “no sé si sos o te hacés” (6). Por último Polino dijo que, francamente, le resultaba muy difícil evaluar todo lo que estaba sucediendo, y que todo “fue algo raro” (3). Con esos pobres números, Charlotte vuelve a estar en una zona crítica.
