Una mascota curiosa y un dueño descuidado pueden resultar en una combinación letal. Los perros tienden a explorar cualquier rincón de la casa y, por su naturaleza, se dejan tentar por todo tipo de aromas, probando el gusto de aquello que encuentren.
Pero el recurrente hecho de masticar un “bocadillo” robado puede implicar un riesgo para la salud de los animales. Existen productos -algunos más comunes, para otros no tanto-, que se utilizan o consumen durante la jornada y que quedan al alcance de los canes. Elementos que para ellos son altamente tóxicos.
Medicamentos en general
Los envases de los
medicamentos pueden ser un objeto de diversión para los perros. Blisters de píldoras con papel metalizado o pastilleros y botellas con cápsulas que hacen ruido pueden convertirse en un juguete peligroso. Si una mascota parece estar sedada, pierde la coordinación, tiembla o incluso llega a tener una convulsión, es probable que esté faltando un antidepresivo de algún bolso. Además, los analgésicos de venta libre, los antiinflamatorios más comunes, pueden provocarles fallas hepáticas y úlceras digestivas a perros, según el Centro de Emergencias para el Envenenamiento de Mascotas.
Inhaladores
De acuerdo al mismo ente, los inhaladores para personas con problemas respiratorios son de sumo riesgo para los canes, que tomándolos como un juguete pueden morderlo, romperlo y administrarse a sí mismos en forma accidental una sobredosis de drogas como albuterol o salbutamol. El exceso de estos componentes provoca taquicardia. En un perro puede inclusive inducir una arritmia cardíaca que resulte mortal para el animal.
Chicles “light”
Muchos chicles y otras golosinas sin azúcar están endulzadas con xylitol, que es altamente tóxico para los perros. Además se lo encuentra en algunas vitaminas masticables de nicotina para dejar de fumar y en ciertos productos de higiene dental. En una cantidad pequeña puede provocar un pico hipoglucémico, pero en gran cantidad puede tener como consecuencia una falla hepática generalizada, según un estudio del Animal Poison Control Center de Estados Unidos. Los síntomas del envenenamiento por xylitol en perros incluyen vómitos, temblores y convulsiones.
Nicotina
Si el perro o el gato tiene taquicardia, respiración agitada; si pierde el control de sus esfínteres, tiembla o queda repentinamente paralizado, puede estar sufriendo una sobredosis de nicotina. Este producto es altamente tóxico para las mascotas hogareñas más comunes. Y no solo se la encuentra en los cigarrillos mismos, sino también en aquellos que son para dejar de fumar, como pastillas, chicles y parches, además de en las cápsulas de recarga de los cigarrillos electrónicos. Según un estudio de la Universidad de Michigan, la nicotina produce además problemas gástricos en los perros. No son raros los casos de canes que se divierten masticando colillas abandonadas. En el largo plazo, puede ser lesivo.
Detergente e insecticidas
Desde la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (ASPCA) se advierte no dejar a los perros un fácil acceso a los artículos de limpieza del hogar, ya que son tóxicos. Esto incluye detergentes, lavandina, pesticidas, aceites de motor, y todos los productos para autos.
Algunos alimentos
La cafeína y el chocolate son peligrosos para los perros al ingerirlos debido al compuesto químico llamado metilxantina. Algunos de los síntomas que se presentan son vómitos y diarrea, sed excesiva y micción, hiperactividad, alteraciones del ritmo cardíaco, temblores, convulsiones e incluso la muerte, señaló la ASPCA. Otros consumos no recomendados son nueces, uvas y cebollas.
También el alcohol
El mismo organismo recomienda no dejar las bebidas alcohólicas al alcance de las mascotas, ya que su consumo puede causar una serie de resultados perjudiciales tales como vómitos, diarrea, disminución de la coordinación, dificultad para respirar e incluso la muerte.
Alcohol en gel
Los expertos advierten que una botella pequeña, de las que se llevan en la cartera o mochila, contiene la misma cantidad de etanol que un “shot” de vodka o tequila. Pero el problema es mucho más grave que una buena borrachera canina: ingerir toda esa cantidad de golpe puede provocar en un animal un coma alcohólico, pérdida de temperatura corporal, hipoglucemia y hasta una muerte súbita.