Abu Dabi: cinco íconos para descubrir

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1 Gran Mezquita. Sheikh Zayed

Este año cumple diez años el gran templo islámico de la capital de los Emiratos Árabes, que llevó otros tantos de construcción, por voluntad de su entonces presidente Sheikh Zayed bin Sultan Al Nahyan. El jeque no llegó a ver el imponente resultado, que busca manifestar unión entre la diversidad cultural del mundo musulmán y los valores de la arquitectura moderna: un edificio que se extiende sobre 290 x 420 metros, capaz de recibir la visita de más de 40.000 personas en las principales fiestas religiosas. Íntegramente realizada en mármol blanco, el color está puesto en las piedras semipreciosas y los cristales Swarovski que ornan sus lámparas en el gran recinto de oración, además de la alfombra -una de las más grandes del mundo- de 5600 metros cuadrados y confeccionada a mano. El conjunto tiene cuatro minaretes y más de mil columnas decoradas con flores talladas en piedras semipreciosas. Se puede visitar todos los días (los viernes en horario especial por las oraciones) con un riguroso código de vestimenta, que incluye para las mujeres el préstamo de una túnica con capucha para cubrir la cabeza según el mandato islámico.

2 Más que exclusivo. Emirates Palace

 

Lujo asiático es una buena definición para este hotel que se encuentra en el centro de Abu Dabi, con salida a la playa y detalles pensados para una clientela más que exclusiva: basta recordar el cajero automático del gran vestíbulo central, que además de billetes distribuye oro. Considerado como uno de los hoteles de construcción más costosa en el mundo (unos 3000 millones de dólares), tiene varias piscinas, playa privada, helipuerto y habitaciones decoradas en oro y mármol. ¿Estrellas? Se dice que siete, pero como la categoría no existe prefiere definirse sin falsa modestia como un palacio. Y sin embargo, es fácil entrar y visitarlo: basta bajarse del taxi para ser cordialmente recibido por los botones, que abrirán la puerta a cualquier turista, y recorrer el área de ingreso admirando el abundante dorado de la decoración, la cafetería (para tomar el té conviene reservar), las escaleras de mármol y los cuadros que representan a las autoridades abudabíes en su traje nacional. Si para muestra basta un botón, el Emirates Palace puede jactarse de tener 114 cúpulas, más de mil lámparas de cristal Swarovski, más de un kilómetro de playa privada y 3,9 millones de metros cúbicos de mármol importado. ¿Cuánto cuesta pasar una noche? Se consigue a partir de módicos 5000 pesos.

3 Ferrari World. El parque para los fierreros

 

La vista aérea de su impactante techo de 200.000 metros cuadrados con el logo del Cavallino Rampante -que con 65 x 48 metros es el más grande del planeta- es un ícono global de los parques de diversiones. Hasta este año, cuando se sumó uno nuevo en el sur de España, era el único del mundo dedicado a la famosa casa automotriz italiana. Sus 86.000 metros cuadrados, totalmente cubiertos (y con aire acondicionado) invitan al vértigo, sobre todo con la montaña rusa más rápida del mundo: la Fórmula Rossa alcanza los 240 kilómetros por hora y acelera en menos de dos segundos de 0 a 10 kilómetros por hora: tanto que obliga a usar anteojos especiales para proteger la vista del viento que provoca la fuerza G del juego. También impactan atracciones como Flying Aces, una montaña rusa doble con el rulo no invertido más alto del mundo (52 metros); el Fiorano GT Challenge, otra montaña rusa doble donde los carritos se lanzan a toda velocidad por carriles paralelos; y la nueva Turbo Track, que invita a sentirse como un piloto de pruebas de la escudería, con el punto culminante a 64 metros de altura sobre Yas Island.

4 Fórmula 1. Yas Marina Circuit

 

Desde 2009, los fierreros incorporaron este remoto país del golfo Pérsico al calendario de la Fórmula 1: fue cuando se inauguró el Yas Marina Circuit, la pista de carreras abudabí, diseñada por el experto alemán Hermann Tilke en el marco del desarrollo turístico y deportivo del emirato. Como Ferrari World y el parque acuático Yas Waterworld, se encuentra en Yas Island, la isla consagrada a la diversión. Durante todo el año, fuera de los días de Fórmula 1, se puede participar en competencias de autos, aprender a manejar y correr carreras de karting, entrenarse como piloto de carreras o conducir un Aston Martin GT4 a velocidades vertiginosas. Pero incluso quien no haya tocado un volante en su vida puede sumarse al Circuit Venue Tour, una visita guiada que recorre todos los sectores del Yas Marina Circuit en un vehículo con aire acondicionado. Una tras otras, se pasa por las diferentes paradas y rincones que utilizan los pilotos y sus equipos durante el Gran Premio: el North Grandstand, el Yas Marina, la Shams Tower (la icónica torre cubierta de paneles solares que es también el observatorio de la carrera para la familia real local), el Race Control, los Support Pit Garages y la sala de medios.

5 El paseo inesperado. La Corniche

 

A lo largo de esta curva costanera que bordea todo el este de la isla principal del emirato se encuentran las playas públicas. Pero la Corniche forma también una sucesión de ciclovías, áreas parquizadas -un auténtico milagro en medio del desierto- y fuentes que se extienden por más de ocho kilómetros, jalonados de restaurantes y cafés. En un extremo el paseo comienza cerca del Emirates Palace, el conjunto de rascacielos que incluye el emirador de las Etihad Towers y el Heritage Village (área que recrea la historia local). En el otro extremo está la zona portuaria y a continuación la isla Al Saadiyat, un polo cultural donde se levantarán el Louvre y otros museos. La Corniche es un lindo paseo para hacer parcialmente a pie, en las temporadas en que la temperatura lo permite; enfrente se ve la pequeña Al Lulu Island, a un kilómetro de distancia.

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