Venta de 0Km en picada

Las ventas de 0Km siguen cayendo y cerraron julio con una baja de 17 por ciento

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a fuerte devaluación que golpeó al mercado en poco menos de dos meses, sumado a la inflación que no se detiene, afectó uno de los pocos sectores que hasta el momento generaba buenas noticias al Gobierno.

Es así como tras romper la racha positiva en junio, con una baja en los patentamientos de 17%, en julio se repitió el mismo resultado, y se vendieron 66.748 vehículos frente a los 80.795 del mismo mes del año anterior.

Según la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA) respecto a junio pasado hubo una leve recuperación de 3,2%, ya que el último mes, cuando se dio el gran cimbronazo, se habían vendido 64.658 unidades.

De esta forma, el acumulado de los siete meses trascurridos en el año asciende a 567.767, lo que mantiene un crecimiento de 6,3% comparado con el mismo período de 2017 en el que se había registrado 534.258 vehículos.

“Si bien los números contra junio son positivos y el acumulado aún es mayor que el del año pasado, estamos frente a un panorama complejo que explica esta caída del 17,4%”, dijo Dante Álvarez, Presidente de ACARA.

El directivo resalta dos hechos: por un lado el impacto de la devaluación, que se tradujo en un fuerte aumento en el precio de los vehículos; y por el otro la caída de la financiación bancaria, por el aumento de las tasas de interés.

En el primer caso, entre enero y julio de este año, los valores se remarcaron un 40%. Sin embargo, en las terminales aseguran que todavía no ajustaron todo lo que necesitan hacerlo y que están trabajando a costa de perder rentabilidad.

En cuanto a la financiación, las altas tasas afectaron un mercado donde el 50% de las operaciones se hacían con prendas, y el público se había acostumbrado a grandes promociones con tasa 0 por ciento.

Otro aspecto que preocupa al sector es que los concesionarios siguen con un nivel de stock elevado, con un alto costo financiero por la tenencia de las unidades y márgenes de ganancias muy reducidos que comprometen la subsistencia de miles de puestos de trabajo.

En cuanto a las terminales, admiten que esta tendencia a la baja llevará un tiempo revertirla y que recién hacia fin de año se puede volver a números positivos.

Sin embargo, Luis Fernando Peláez Gamboa, titular de la Asociación de Fabricantes de Automotores -ADEFA- y presidente de Renault, aseguró que en la industria ya se ajustaron los número y de 3.500 patentamientos por día se esperan un promedio hacia fin de año de 2.600.

Un dato llamativo que arroja la industria en estos primeros siete meses es que por primera vez en mucho tiempo, el único segmento que crece es el de vehículos de automóvil, con un 9,9%; con la mayor caída para el de comerciales livianos, que incluye las pick ups, y el cual hasta ahora había “surfeado” todas las crisis. La baja en el año es de 4,3%, mientras que para los comerciales livianos es de 1,7 por ciento.

Por marcas, Volkswagen sigue siendo líder tanto en julio como en el acumulado anual, aunque sufre una caída de 1,3%; seguida por Renault (creció 13%) y Chevrolet (creció 4%), tanto en el recuento mensual como anual.

Las marcas que están sufriendo las peores caídas, son las de alta gama: Porsche cae -48%; Mercedes Benz perdió un -14%; BMW un -20%; Volvo -11% de ventas y Mini -17 por ciento. Esto se debe al incremento de sus precios, valuados en dólares, y en muchos casos con nuevos modelos que fueron alcanzados por la segunda escala del impuesto interno.

Como contrapartida, crecen mucho las chinas: Chery aumentó 32% sus ventas, Lifan supera el 70% y Geely creció más de 250 por ciento.

La frutilla del postre se la queda Jeep: la marca, que ahora vende muchos de sus modelos importados desde Brasil (por eso más baratos), es la masiva que más crece, con un 121% de incremento en los patentamientos.

En la misma línea, aseguró que de las 950.000 ventas que se proyectaban para el período 2018, hoy están más cerca de las 830.000 a 850.000.

El gran problema que sufre el sector es que si bien muchas empresas fabrican en el país, se manejan con partes importadas y sus costos son en dólares. Por eso todos los modelos aumentaron.

Por otro lado, hay coincidencia en que un dólar a $20 era insostenible y que hacía falta el ajuste, cuyos beneficios recién empezarán a verse con el tiempo, tal como expresó Diego Vignati, director general de Nissan Argentina.

En este escenario, la escapatoria de las marcas es impulsar cada vez más las exportaciones, el “salvavidas” para superar este momento de turbulencias.

El presidente de ADEFA también aseguró que las fábricas argentinas están acostumbradas a los vaivenes del mercado y que por ahora siguen en pié todos los proyectos de inversión y nuevos desarrollos que fueron comprometidos hasta 2023 por 5.000 millones de dólares.

Fuente:Iprofesional

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