Se cae la esperanza del segundo semestre: economistas prevén recuperación recién en 2017

En el marco del precoloquio de IDEA, Miguel Kiguel señaló que este año será de "transición" entre el kirchnerismo y el gobierno de Macri. En tanto, Sergio Berensztein advirtió que la inflación podría generar un "desgaste"

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Los analistas político Sergio Berensztein y económico Miguel Kiguel coincidieron este viernes en que el 2016 va ser un año de “transición” y que la economía va comenzar “a repuntar” en el cuatro trimestre, pero el crecimiento “se va a ver” en 2017.

El crecimiento económico va a empezar en el cuarto trimestre, pero recién se va a ver en 2017 porque el crecimiento tarda en derramarse hacia el empleo y los signos reales se ven después”, señaló Miguel Kiguel durante el Precoloquio del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA).

En el panel de coyuntura política-económica, Berensztein planteó que el país atraviesa tres escenarios posibles para el próximo semestre que al presidente Mauricio Macri “le vaya bien, si profundiza proceso de transformación”; un futuro “no tan optimista” que “obligue al Gobierno a pactar con el peronismo moderado”; y el más “pesimista”, que “aumenten los conflictos”.

El ex secretario de Finanzas durante el gobierno de Carlos Menem, sostuvo que la primera parte del año fue destinada a “reacomodar” la economía y la política, por lo que concluyó que2016 es un año de “transición” entre el kirchnerismo y el gobierno de Macri.

“Antes el presidente era el dueño de todo el juego. Era un modelo político que fomentaba el capitalismo de amigos. Generaba fragmentación política en un contexto político cambiante, lleno de conflictos”, sentenció Berensztein, quien contrastó que con la actual gestión hay “unintento de despersonalizar el poder, un presidente con un rol mucho más acotado”.

En cuanto a la transición entre un gobierno y el otro, el presidente de la consultora Berensztein puntualizó que “las tres transiciones son: el cambio en papel de la Argentina en el mundo, el rol de la política y el rol del Estado”.

En este sentido, ambos analistas estuvieron de acuerdo en que actualmente hay “una nueva vocación de poner al Estado en un rol distinto” en el que “esté presente, regule bien, pero que no intervenga directamente en las disposiciones y decisiones privadas“.

En cuanto a la reinserción en el mundo, Berensztein opinó que “veníamos de un nivel de aislamiento inédito, con gestos muy fuertes, por ejemplo con países como Venezuela”, por lo que abogó por “defender el interés nacional en lugar de una postura ideológica”.

El analista político también concluyó que actualmente “la microeconomía está muy complicada, pero la macro se ve que está en buena dirección”, no obstante resaltó que “la inflación tiene que ser una obsesión” para el Gobierno porque no resolverla “podría generar un desgaste”.

No sabemos si la Argentina está en un proceso de transformación, las decisiones políticas de este momento determinarán el rumbo de la actual gestión”, finalizó.

Respecto a lo que vendrá, Kiguel dijo que “hay un escenario base donde en el famoso segundo semestre las cosas deberían cambiar bastante, pero tiene 180 días. No pensemos que el 1° de julio cambia la Argentina porque no va a cambiar, pero creo que a partir del tercer trimestre puede verse otra versión”.

Así, el titular de Econviews agregó que “en el primer semestre todas las variables llevaron a una contracción de la economía. La tasa que llegó al 38%, los pagos a los contratistas del sector público frenados o el aumento de tarifas y de precios sin que los salarios ajustaran fue contractivo”.

Y completó Kiguel: “Eso se va a empezar a reactivar. El tercer trimestre va a ser el último detransición, y el cuarto ya deberíamos a empezar a ver crecimiento, con un impacto en el empleo hacia 2017″.

Sobre este aspecto, Alejo Espora, economista del Banco Ciudad, destacó que “varios de los elementos actuales se darían vuelta en los próximos meses, traccionando la actividad”.

Entre estos puntos a favor, el analista destacó la baja de tasas, la finalización de los ajustes de tarifas, desaceleración de la inflación y salarios nuevos.

También Espora mencionó la reactivación de la obra pública, el pago a jubilados (1% del PIB), las divisas que ingresarán por el blanqueo y las “primeras señales de recuperación de la inversión”.

Finalmente, en cuanto al mercado externo, el Kiguel resaltó que ofrece señales positivaspara la Argentina ya que “las tasas se mantienen bajas y el país todavía puede beneficiarse de esa abundancia de capitales”.

A ello se suma el precio de las commodities, “que cayeron mucho pero hubo un rebote que no es menor”. Y acotó: “Si el precio de la soja se mantiene, eso puede impactar en más de u$s6.000 millones de exportaciones en valor a lo que teníamos hace seis meses”.

Fuente: Iprofesional

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