Macri ya prepara cambios en las tarifas: se habla de rebaja en el IVA y de tope al gas durante el invierno

155

La polémica por los próximos ajustes de los servicios públicos generó fuertes tensiones en el Congreso y derivó en un “ruidazo” que se sintió en la Ciudad y en algunos puntos del país. El macrismo quiere evitar que se profundice el malhumor social y por eso ya tiene una estrategia bajo estudio.

orzado por el malhumor social y, sobre todo, por la presión que le impuso el “fuego amigo” de Lilita Carrió y el radicalismo, el Gobierno ya tiene sobre la mesa un lista de posibles medidas para amortiguar el impacto del tarifazo.

En medio del “ruidazo” que se sintió en diversos puntos del país y tras los momentos tensos que se vivieron en el Congreso, Mauricio Macri dio el visto bueno para que sea Marcos Peña quien avance sobre los cambios.

La mayor preocupación está vinculada con las boletas de gas: de no haber modificaciones, a medida que baje la temperatura comenzarán a llegar a los hogares con sumas explosivas” para el presupuesto familiar, lo que recalentará el malhumor social.

Los cambios que se vienen -con el claro objetivo de moderar los aumentos- empezarán a trazarse esta mañana, a partir de las 11, en la Casa Rosada.

En su despacho, Peña será anfitrión de Alfredo Cornejo (titular de la UCR, quien viene alzando la voz por el tarifazo), Mario Negri (jefe del bloque de la UCR en Diputados) y Juan Manuel López, mano derecha de Carrió.

También concurrirán los vicejefes coordinadores del Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui.

Una de las vías que se estudia para reducir el impacto de las boletas será modificar la carga impositiva que los consumidores pagan junto con las tarifas.

Concretamente, una de las alternativas que está empezando a evaluar la Casa Rosada pasa por una reducción de la alícuota de IVA.

En la actualidad, los servicios públicos pagan un tributo del 27%. Se trata de una alícuota superior al 21% que abonan la mayoría de los productos y servicios.

En el primer borrador se estableció que esa carga diferencial podría reducirse seis puntos, con el objetivo de emparejarla con los demás servicios.

En el Gobierno estiman que, por los últimos aumentos en las tarifas de luz, gas y agua, la AFIP contabilizó un ingreso extraordinario en la recaudación del IVA.

El cálculo es que, sólo gracias a esos ajustes, la misma mostró un adicional cercano a los $1.500 millones el mes pasado.

El IVA fue, de hecho, el impuesto “estrella” en la recaudación de marzo: registró una mejora del 57% contra el mismo mes de 2017, lo que da una idea del margen con el que cuenta la Casa Rosada para realizar modificaciones.

 Aunque en los despachos oficiales reconocen que ameritaría una negociación con algunos jefes comunales, otra de las variables que quedó en la mira son los impuestos municipales, que también terminan incremntando los valores de las facturas.

En paralelo, otra vía que analizarán en los despachos oficiales está vinculada con la posibilidad de aplicar una “tarifa plana”.

Se trata de una alternativa propuesta por algunas compañías -como en GasNatural Ban o por Ecogas, en la provincia de Córdoba- y que consiste en aplicar una tarifa pareja a lo largo del año.

Es decir, que se reparta la mayor carga por el consumo realizado durante los meses de invierno a lo largo de los períodos en los que se registran temperaturas más elevadas.

De esta manera, suponen algunos funcionarios, lograrían descomprimir el descontento que se generaría, bajo las condiciones actuales, cuando lleguen los mayores consumos invernales.

Para tener una idea de lo que podría suceder basta saber que en la actualidad, una boleta que en los meses de verano costaba entre $380 a $400 mensuales, estaría llegando en invierno a los $1.400.

En cambio, la “tarifa plana” permitiría abonar alrededor de $800 cada 30 días, de acuerdo a un ejercicio de la compañìa cordobesa Ecogas. Esto, sin importar que sea verano, otoño, primavera o invierno.

Esto no significa que, como ocurre en los servicios de “tarifa plana”, el cliente paga lo mismo sin importar lo que consuma.

En el caso del gas, es diferente: se cobra por el consumo, pero los costos se reparten en partes iguales a lo largo de 12 meses.

Por último, el Gobierno evalúa dejar en suspenso la próxima etapa de ajustes de las tarifas de los servicios públicos, puntualmente, aquellos aumentos programados para el segundo semestre de este año, algo que fue anticipado por iProfesional. 


La decisión final será tomada por Macri en los próximos días, pero todo apunta a que se postergarán algunos de los incrementos que ya fueron pautados.

El jefe de Estado tiene en su despacho ejercicios con las distintas opciones que le prepararon los funcionarios del área energética. Hacia adelante, restan por aplicarse alzas en las tarifas de luz, gas y transporte público.

Un indicio de que el esquema previsto sufrirá alteraciones lo dio el propio ministro de Energía, Juan José Aranguren (uno de los “halcones” del Gobierno), partidario de los reacomodamientos de las tarifas y el más apuntado por Carrió, UCR y oposición.

En una planilla oficial, ya rebajó el precio al que debería llegar la tarifa del gas para el próximo año: corrigió esa meta de u$s6,80 por millón de BTU (unidad de medida del gas) a u$s6,40.

Esa merma implica de por sí un menor reconocimiento a las compañías gasíferas que vienen reclamando incrementos. Esta corrección deja bien en claro que los propios funcionarios están tanteando el límite del público a los ajustes.

Además, fuentes oficiales y analistas del sector admitieron a iProfesional que el precio del gas en boca de pozo (es decir, el que recibe el productor antes que sea transportado y distribuido en la red) podría permanecer un tiempo más en torno al valor actual (u$s4,70), pese a que el cronograma vigente haga referencia a una suba en octubre (a u$s5,30).

Te puede interesar

Carrefour, reforma tributaria y cargas patronales: la verdadera negociación detrás del achique de la cadena de supermercados

Este ajuste, del 13%, se trasladaría al costo de los hogares. En el esquema del Gobierno, el precio del gas al consumidor debería elevarse cerca de un 20% adicional en el segundo semestre, si se mantuviera el plan original, algo que ahora está en duda.

En otras palabras, el metro cúbico para el segmento residencial, que hasta el año pasado incluía 53% de subsidios, debía pasar al 37% (subsidiado) en 2018 y a tan sólo 10% en 2019.

Una sesión frustrada y cargada de polémicas
El mayor cuidado del oficialismo respecto al tema tarifas se profundizó este miércoles, luego de la tensión que dejó la jornada en el Congreso y el “ruidazo” en diferentes puntos del país.

En medio de gritos y polémicas, la sesión especial que habían convocado los bloques opositores para abordar distintos proyectos sobre tarifas fracasó el miércoles en la Cámara baja, ya que no lograron conseguir el quórum necesario para iniciar el debate.

Las bancadas opositoras reunieron 128 legisladores en el recinto, faltando apenas uno para los 129 que se requieren para comenzar una sesión.

En ese contexto, el diputado salteño Alfredo Olmedo protagonizó un cruce con legisladores de la oposición, quienes lo criticaron por haber abandonado la sesión e, incluso, lo acusaron de haber recibido supuestas presiones por parte del oficialismo.

“A mí no me levanta nadie. Me levanté porque es una falta de respeto a la sociedad no cumplir las cosas como corresponde. No tengo negociaciones con nadie ni me entrego a nadie. Yo trabajo para el pueblo. Es fácil ensuciar a alguien cuando ellos están sucios”, se defendió Olmedo.

Las polémicas no se detuvieron allí: una vez que cayó el debate -que ya se anunció se intentará resumir la próxima semana-, diputados de la oposición denunciaron que el titular de la bancada del PRO, Nicolás Massot, se burló de ellos con una provocación, tras no haber alcanzado el número necesario.

Las cámaras registraron a Massot oculto detrás de una cortina, sonriendo y haciendo una “V” con los dedos.

Tras estos incidentes, el diputado nacional por el Frente de Izquierda, Néstor Pitrola, utilizó su cuenta de Twitter para referirse a ese gesto: “Bonito papel de un oficialismo empeñado en que el Congreso funcione sólo para votar los pactos de ajuste. Tarifas y costos de servicios privatizados no entra en el debate”, se quejó el legislador.

Más temprano se vivió otro momento tenso entre la expresidenta y senadora por Buenos Aires, Cristina Kirchner, y la vicepresidenta, Gabriela Michetti.

En un momento, Cristina pidió preferencia para que se trate “en la primera sesión de mayo” un proyecto que presentó la semana pasada para “suspender los aumentos sobre las tarifas” porque tiene un “inmenso impacto en toda la actividad económica”.

Justo cuando argumentaba las razones por las cuales era importante tratar la iniciativa y en momentos en que denunciaba las “fabulosas ganancias que están haciendo empresas vinculadas al presidente” Mauricio Macri, Michetti intentó cortarla.

“Todo el mundo lo hizo en un minuto y usted ya está haciendo el debate sobre el tema“, se quejó Michetti. “Permítame que le diga que cierre”, agregó.

Más temprano que tarde lo van a tener que abordar al tema“, le contestó Cristina, para luego solicitar el pedido de preferencia para la primera sesión del mes de mayo.

Un “ruidazo” relativizado por el Gobierno
Impulsados por la oposición, organizaciones sociales y diferentes llamados realizados a través de redes, vecinos de Capital, Conurbano y localidades del interior salieron a las calles para manifestarse en contra del tarifazo.

La convocatoria surgió de representantes de la denominada “Mulsectorial contra el Tarifazo“, en la que confluyeron referentes del kirchnerismo y organizaciones sindicales, como el gremio de camioneros de Moyano y el de bancarios, encabezado por Sergio Palazzo.

También se sumó la CTA del diputado Hugo Yasky y representantes de Pymes, clubes de barrio y organizaciones de defensa del consumidor.

La protesta contra el aumento de los servicios públicos comenzó a las 20 horas. Hubo grupos de vecinos que se reunieron en las principales avenidas porteñas y otros que eligieron protestar mediante bocinazos.

En la Ciudad, el “ruidazo” se sintió en los barrios de La Boca, Barracas, Boedo, Belgrano, Villa Crespo, Caballito y en las intersecciones de Corrientes y Callao, así como también en el Obelisco.

Además, hubo una pequeña concentración frente a la quinta de Olivos, en Vicente López. 

También se reunieron grupos de vecinos con pancartas en algunos puntos de Avellaneda, Morón, Ramos Mejía, La Matanza, Quilmes, Lomas de Zamora y Berazategui.

Además, hubo grupos que se manifestaron en las principales ciudades y capitales de provincias como Córdoba, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Mendoza, Misiones, Neuquén, La Pampa, Salta, San Juan, Santa Fe y Tucumán.

Así, a través de carteles, cacerolas y aplausos, los manifestantes reunidos en distintos puntos de Capital y el interior le pidieron al Gobierno que ponga un freno a los incrementos de las tarifas, un tema central que este miércoles se iba a debatir en el Congreso en una sesión especial pero que no tuvo quórum.

La protesta, lejos de detenerse, continuará este jueves mediante una“marcha de velas” encendidas que partirá desde las 19 horas del Congreso nacional y se dirigirá al Obelisco.

Uno de los primeros funcionarios en expresar su opinión sobre el “ruidazo” fue Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, quien afirmó que “debe haber gente que reclama legítimamente y gente que usa esto desde un lugar político”.

“Que la gente exprese su opinión es algo bueno. No hay nadie que diga ‘yo quiero que me aumente la tarifa’. Eso está claro. Pero estuve en muchos lugares en la Ciudad y en el Conurbano, y la mayoría de la gente tiene esperanza. Nos dijeron que ‘vamos bien'”, consideró Dietrich.

En esa línea, el funcionario se refirió al aumento de tarifas, horas después del fracaso de la sesión especial en el Congreso, y volvió a recalcar: “A mucha gente le cuesta y mucho, pero la mayoría de ellos sabe que no hay otro camino. Algo que cuesta no puede ser gratis, porque saben y vivían los cortes de la electricidad que sufríamos”.

Comentarios
Compartir