Macri se impone y en el entorno de Scioli ya reconocen la derrota

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Macri se impone y en el entorno de Scioli ya reconocen la derrota

Los datos oficiales ya marcan un triunfo del candidato de Cambiemos. Scioli se apresta a reconocer la derrota.

Macri habría conseguido resultados demoledores en Córdoba y Capital y en la provincia de Buenos Aires el peronismo no lograba descontar esa distancia. También se impondría con comodidad en Mendoza y Santa Fe y en algunas provincias patagónicas. La buena performance de Scioli en el Norte del país -bastión peronista- no lograba amortiguar el golpe demoledor que sufrían en toda la región centro.

De hecho, ya dos horas antes del cierre del comicio importantes colaboradores de Scioli reconocían en off que estaban perdiendo la elección por un margen abultado. Y una vez cerrado el comicio, en el sciolismo confirmaron la derrota  y arriesgaron que acaso el propio Scioli reconozca rápido el triunfo de Macri.

La convicción del triunfo en las filas del PRO es tan firme que ya antes del cierre del comicio comenzaron a convocar a festejar a las ocho de la noche en el Obelisco, donde planean montar pantallas electrónicas que eventualmente transmitan el discurso de Macri en Costa Salguero.

De hecho, Macri pasó un domingo muy relajado luego de votar en su quinta Los Abrojos en la localidad de Malvinas Argentinas, donde almorzó con su mujer Juliana Awado y amigos y jugó un partido de fútbol.

Un dato que anticipó las malas condiciones en las que llegó el kirchnerismo a la elección, fue la sorpresiva falta de fiscales del oficialismo en distritos claves del Conurbano y en varias provincias del interior, incluida la Patagonia.

Cruzado por internas y desanimado, el kirchnerismo dejó, en el último tramo, la elección librada al esfuerzo de Scioli. 

Cruzado por internas y desanimado, el kirchnerismo dejó, en el último tramo, la elección librada al esfuerzo de Scioli. Incluso, en medio de la elección la presidenta Cristina Kirchner se dedicó a tuitear y violar la veda con declaraciones provocadoras y auto elogiosas, reproduciendo la lógica perversa de la interminable sucesión de cadenas oficiales, que según algunos sciolistas, terminó de enajenarles el electorado. 

Scioli luego del mal resultado en la primera vuelta -que incluyó perder su propia provincia- se abrazó a una de las campañas negativas más virulentas que se recuerden, pero todo indica que o no funcionó o se convirtió en un verdadero boomerang para el candidato oficialista.

Pese a esto, Macri ofreció días atrás a Scioli dejar las ofensas en el pasado y sacarse una fotos juntos el próximo martes. El candidato kirchnerista rechazó la propuesta conciliadora con insultos, pero habrá que ver si el nuevo escenario lo hace recapacitar.

El líder de Cambiemos ya descontando que sería el próximo presidente, no esperó para marcar límites hacia adentro de la coalición que lidera y al propio establishment. Como reveló este medio, dejó filtrar que Marcos Peña será su jefe de Gabinete, para ponerle límites al grupo Techint que presionaba para meter en esa posición clave al presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, un hombre muy cercano a Luis Betnaza, lobbysta del grupo de Paolo Rocca.

 

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