Esto es lo que tardás en convertir una rutina de ejercicio en un hábito

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Encarar una nueva rutina en el gimnasio puede ser todo un desafío. Los primeros días podés estar exultante y con ansias de arrancar, pero a medida que empiezan los dolores y vence la vagancia, más en los días fríos, hasta la rutina más divertida puede ser una tortura. El día de descanso se convierte en tres, después en una semana y, antes de que te des cuenta, perdiste el carnet de socio y tenés que empezar todo de nuevo.

Como los cambios en los estilos de vida requieren tiempo y paciencia, ¿cómo podemos evitar caer en la tentación? Según la entrenadora Paola Marquez, hay que planear los ejercicios con anticipación, como si fueran reuniones, para no evitarlos. Otro consejo es ir con alguien al gimnasio para levantarse el espíritu mutuamente. Además, si alguien está contando con que vas a ir, se vuelve más difícil faltar al gimnasio. Es importante que tengas objetivos realistas y que escuches a tu cuerpo cuando te dice que te tomes un respiro si lo necesitás, no solo si lo querés.

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